Y oyeron esto los jefes de los sacerdotes y los escribas, y buscaban cómo destruirle: porque le temían, por cuanto el pueblo estaba atónito de su enseñanza.
Lucas 20:19 - Biblia Version Moderna (1929) Y los escribas y los jefes de los sacerdotes procuraban echarle mano en aquella misma hora; mas temieron al pueblo: porque percibieron que contra ellos había dicho esta parábola. Περισσότερες εκδόσειςBiblia Reina Valera 1960 Procuraban los principales sacerdotes y los escribas echarle mano en aquella hora, porque comprendieron que contra ellos había dicho esta parábola; pero temieron al pueblo. Biblia Nueva Traducción Viviente Los maestros de la ley religiosa y principales sacerdotes querían arrestar a Jesús en ese mismo momento, porque se dieron cuenta de que contaba esa historia en contra de ellos, pues ellos eran los agricultores malvados; pero tenían miedo de la reacción de la gente. Biblia Católica (Latinoamericana) Los maestros de la Ley y los jefes de los sacerdotes hubieran querido detenerlo en ese momento, pues habían entendido muy bien que esta parábola de Jesús aludía a ellos, pero tuvieron miedo de la multitud. La Biblia Textual 3a Edicion Entonces los escribas y los principales sacerdotes trataron de echarle mano en aquella hora, porque entendieron que había dicho esa parábola contra ellos,° pero temieron al pueblo. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Los escribas y los pontífices intentaron echarle mano en aquel mismo momento, porque se habían dado cuenta de que por ellos había dicho esa parábola; pero tuvieron miedo al pueblo. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y procuraban los príncipes de los sacerdotes y los escribas echarle mano en aquella hora, porque entendieron que contra ellos había dicho esta parábola; pero temieron al pueblo. |
Y oyeron esto los jefes de los sacerdotes y los escribas, y buscaban cómo destruirle: porque le temían, por cuanto el pueblo estaba atónito de su enseñanza.
Y procuraban prenderle: mas temían al pueblo (porque percibían que contra ellos había dicho la parábola); y dejándole, se fueron.
Mas cuando le vieron los labradores, discurrían entre sí, diciendo: ¡Éste es el heredero! ¡matémosle, para que la herencia sea nuestra!