Acercóse entonces Sedequías hijo de Canaana, y dándole a Micaya un bofetón, le dijo: ¿Por dónde pasó el Espíritu de Jehová de mí, para hablar contigo?
Lucas 20:10 - Biblia Version Moderna (1929) Y al tiempo envió un siervo a los labradores, para que le diesen del producto de la viña: mas los labradores le apalearon, y le enviaron con las manos vacías. Περισσότερες εκδόσειςBiblia Reina Valera 1960 Y a su tiempo envió un siervo a los labradores, para que le diesen del fruto de la viña; pero los labradores le golpearon, y le enviaron con las manos vacías. Biblia Nueva Traducción Viviente Llegado el tiempo de la cosecha de la uva, envió a uno de sus siervos para recoger su parte de la cosecha; pero los agricultores atacaron al siervo, le dieron una paliza y lo mandaron de regreso con las manos vacías. Biblia Católica (Latinoamericana) En el momento oportuno envió a un servidor a los inquilinos para que le entregaran su parte del fruto de la viña. Pero los inquilinos lo golpearon y lo hicieron volver con las manos vacías. La Biblia Textual 3a Edicion A su debido tiempo° envió un siervo a los labradores, para que le dieran° del fruto de la viña, pero los labradores, después de golpearlo, lo enviaron manivacío. Biblia Serafín de Ausejo 1975 A su tiempo envió un criado a los viñadores, para que le dieran el fruto de la viña que le correspondía; pero los viñadores lo apalearon y lo despidieron con las manos vacías. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y al tiempo, envió un siervo a los labradores, para que le diesen del fruto de la viña; pero los labradores, le golpearon, y le enviaron vacío. |
Acercóse entonces Sedequías hijo de Canaana, y dándole a Micaya un bofetón, le dijo: ¿Por dónde pasó el Espíritu de Jehová de mí, para hablar contigo?
Y Jehová había testificado contra Israel y contra Judá, por medio de todos sus profetas y de todos los videntes, diciendo: ¡Volveos de vuestros malos caminos, y guardad mis mandamientos y mis estatutos, conforme a toda la ley que yo prescribí a vuestros padres, y que os he enviado por medio de mis siervos los profetas.
Por lo cual, tomando Hanún a los siervos de David, los rapó, y cortóles los vestidos por en medio, hasta las caderas, y los despachó así.
Y airóse Asa contra el vidente y le echó en una cárcel; porque estaba enojado con él a causa de esto: y Asa maltrató a varios del pueblo en ese tiempo.
¶Pero ellos se hicieron perversos, y rebeláronse contra ti, echando tu ley detrás de sus espaldas; y mataron a tus profetas, los cuales testificaron contra ellos para hacerlos volver a ti; y cometieron grandes provocaciones.
Tú empero con larga espera los sufriste muchos años, y testificaste contra ellos por tu Espíritu, por conducto de tus profetas: pero ellos no dieron oídos; por lo cual los entregaste en mano de los pueblos de las tierras.
Y será como un árbol plantado junto a las corrientes de las aguas, que da su fruto en su tiempo; su hoja también no se marchita; y cuanto él hiciere prosperará.
En vano he castigado a vuestros hijos; pues no reciben la corrección: vuestra misma espada ha devorado a vuestros profetas, como un león asolador.
Entonces Pasur hirió al profeta Jeremías, y le puso en el cepo que había en la puerta superior de Benjamín, que estaba en la Casa de Jehová.
También os he enviado a todos mis siervos los profetas, madrugando y enviando, diciendo: Volveos cada cual de su mal camino, y enmendad vuestras obras, y no vayáis tras otros dioses para servirles, y habitaréis en la tierra que he dado a vosotros y a vuestros padres pero no inclinasteis el oído, ni me habéis escuchado.
Y no dicen en su corazón: Temamos ya a Jehová nuestro Dios; a Aquel que nos daba las lluvias, así las tempranas como las tardías, en su sazón, reservando para nosotros las semanas determinadas de la cosecha.
¡Oh Jerusalem, Jerusalem! tú que matas a los profetas, y apedreas a los que a ti son enviados, ¡cuántas veces quise recoger tus hijos, como la gallina recoge sus polluelos debajo de sus alas; y no quisiste!
Y volvió a enviar otro siervo: mas a éste también le apalearon y afrentaron, y le enviaron con las manos vacías.
¶Comenzó entonces a decir al pueblo esta parábola: Un hombre plantó una viña, y la arrendó a labradores, y se fué al extranjero por largo tiempo.
Vosotros no me elegisteis a mí, sino que yo os elegí a vosotros, y os he designado a fin de que vayáis y llevéis mucho fruto, y permanezca vuestro fruto; para que todo cuanto pidiereis al Padre en mi nombre, él os lo dé.
Por manera que a vosotros también, hermanos míos, se os hizo morir a la ley por medio del cuerpo muerto de Cristo, para que vinieseis a ser de otro, a saber, de Aquel que fué resucitado de entre los muertos; a fin de que produzcamos fruto para Dios.