E hizo el rey que la plata fuese en Jerusalem como las piedras; y en cuanto a los cedros, los puso como los cabrahigos que se hallan en la Sefela, por su abundancia.
Lucas 19:4 - Biblia Version Moderna (1929) Y, corriendo delante, se subió en un sicómoro para verle; porque había de pasar por allí. Περισσότερες εκδόσειςBiblia Reina Valera 1960 Y corriendo delante, subió a un árbol sicómoro para verle; porque había de pasar por allí. Biblia Nueva Traducción Viviente Así que se adelantó corriendo y se subió a una higuera sicómoro que estaba junto al camino, porque Jesús iba a pasar por allí. Biblia Católica (Latinoamericana) Entonces se adelantó corriendo y se subió a un árbol para verlo cuando pasara por allí. La Biblia Textual 3a Edicion Corriendo° entonces adelante, se subió a un sicómoro para verlo,° pues estaba a punto de pasar. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Se adelantó corriendo y se subió a un sicómoro para verle, pues tenía que pasar por allí. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y corriendo delante, se subió a un árbol sicómoro para verle; porque había de pasar por allí. |
E hizo el rey que la plata fuese en Jerusalem como las piedras; y en cuanto a los cedros, los puso como los cabrahigos que se hallan en la Sefela, por su abundancia.
y de los olivares y de los sicomorales que había en la Sefela, Baal-hanán gederita; y de los depósitos de aceite, Joás;
Y el rey hizo que fuese la plata y el oro en Jerusalem como las piedras; e hizo que fuesen los cedros abundantes como los sicómoros en la Sefela.
E hizo el rey que fuese la plata en Jerusalem como las piedras; y en cuanto a los cedros, los puso como los cabrahigos que se hallan en la Sefela por su abundancia.
¡Los ladrillos han caído, mas de piedra labrada volveremos a edificar; los sicómoros han sido cortados, mas con cedros los sustituiremos!
¶Y respondiendo Amós, dijo a Amasías: Yo no era profeta, ni hijo de profeta, sino que era pastor de ganado, y cosechador de cabrahigos;
Y el Señor dijo: Si tuvierais fe, como un grano de mostaza, diríais a este sicómoro: Desarráigate, y plántate en el mar; y os obedecería.
Y procuraba ver a Jesús, quién fuese; mas no podía, a causa del gentío, porque era pequeño de estatura.
Y cuando llegó Jesús al lugar, mirando hacia arriba, le dijo: Zaqueo, date prisa y desciende, porque hoy es menester que me hospede en tu casa.
Y no hallando cómo meterlo, a causa del gentío, subieron al terrado, y por el techo le bajaron con su camilla, poniéndole en medio, delante de Jesús.