y él discurría dentro de sí, diciendo: ¿Qué haré? porque no tengo donde pueda recoger mis frutos.
Lucas 18:4 - Biblia Version Moderna (1929) Y él no quiso por algún tiempo; mas después dijo consigo mismo: Aunque no temo a Dios, y no respeto a hombre, Περισσότερες εκδόσειςBiblia Reina Valera 1960 Y él no quiso por algún tiempo; pero después de esto dijo dentro de sí: Aunque ni temo a Dios, ni tengo respeto a hombre, Biblia Nueva Traducción Viviente Durante un tiempo, el juez no le hizo caso, hasta que finalmente se dijo a sí mismo: “No temo a Dios ni me importa la gente, Biblia Católica (Latinoamericana) Durante bastante tiempo el juez no le hizo caso, pero al final pensó: 'Es cierto que no temo a Dios y no me importa la gente, La Biblia Textual 3a Edicion Pero no quiso por un tiempo, pero después de estas cosas, se dijo: Aunque no temo a Dios, ni respeto a hombre, Biblia Serafín de Ausejo 1975 Él la ignoró durante mucho tiempo. Pero luego pensó para sus adentros: 'Aunque no temo a Dios ni tengo consideración alguna con los hombres, Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y él no quiso por algún tiempo; pero después de esto dijo dentro de sí: Aunque ni temo a Dios, ni tengo respeto a hombre, |
y él discurría dentro de sí, diciendo: ¿Qué haré? porque no tengo donde pueda recoger mis frutos.
Y dijo el mayordomo consigo mismo: ¿Qué haré, pues que mi señor me quita la mayordomía? Cavar no puedo; de mendigar tengo vergüenza.
diciendo: Había en cierta ciudad un juez que no temía a Dios, ni respetaba a hombre.
Había también en aquella ciudad una viuda, la cual venía muchas veces a él, diciendo: Hazme justicia de mi adversario.
Dijo entonces el señor de la viña: ¿Qué haré? Enviaré a mi amado hijo; quizá le tendrán respeto a él.
Además, nosotros hemos tenido nuestros padres naturales, los cuales nos han castigado, y los reverenciábamos: ¿no nos hemos de someter pues con mucha más razón al Padre de los espíritus, y vivir?
De esta suerte ella lloraba delante de él los siete días que duró su banquete. Mas aconteció que al séptimo día él se lo declaró, porque le acosaba; y ella declaró el enigma a los hijos de su pueblo.