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Lucas 11:20 - Biblia Version Moderna (1929)

Empero si yo con el dedo de Dios echo fuera los demonios, es evidente que el reino de Dios os ha sobrevenido.

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Biblia Reina Valera 1960

Mas si por el dedo de Dios echo yo fuera los demonios, ciertamente el reino de Dios ha llegado a vosotros.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

Sin embargo, si yo expulso a los demonios por el poder de Dios, entonces el reino de Dios ha llegado y está entre ustedes.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

En cambio, si echo los demonios con el dedo de Dios, comprendan que el Reino de Dios ha llegado a ustedes.

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La Biblia Textual 3a Edicion

Pero, si con el dedo de Dios echo fuera los demonios, entonces ha llegado° a vosotros el reino de Dios.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

Pero si yo expulso los demonios por el dedo de Dios, es que el reino de Dios ha llegado a vosotros.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

Pero si yo por el dedo de Dios echo fuera los demonios, ciertamente el reino de Dios ha llegado a vosotros.

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Lucas 11:20
11 Σταυροειδείς Αναφορές  

Entonces dijeron los magos a Faraón: Dedo de Dios es éste. Mas endurecióse el corazón de Faraón, y no les escuchó; como lo había dicho Jehová.


¶Empero en los días de aquellos reyes, el Dios del cielo establecerá un reino que nunca jamás será destruído, y el reino no será dejado a otro pueblo, sino que desmenuzará y acabará con todos aquellos reinos, en tanto que él mismo permanecerá para todos lossiglos;


Empero si yo en el Espíritu de Dios echo fuera los demonios, es evidente que el reino de Diososha sobrevenido.


diciendo:  Arrepentíos; porque el reino de los cielos se ha acercado.


Y su fama se extendió por toda la Siria; y traíanle todos los que estaban enfermos, atacados por diversas enfermedades y tormentos, y los endemoniados, y los lunáticos, y los paralíticos; y él los sanaba.


¡Aun el polvo de vuestra ciudad que se ha pegado a nuestros pies, sacudimos contra vosotros; esto empero sabed, que se ha acercado a vosotros el reino de Dios!


y sanad los enfermos que en ella hubiere, y decidles: ¡Se ha acercado a vosotros el reino de Dios!


Cuando un hombre poderoso, bien armado, guarda su mismo palacio, todos sus bienes están seguros.


Y ahora, he aquí, yo sé que vosotros todos, entre quienes he andado predicando el reino de Dios, no veréis más mi rostro.


lo cual es manifiesta señal del justo juicio de Dios; para que seáis tenidos por dignos del reino de Dios, a causa del cual también padecéis;