Soy contado con los que descienden al hoyo; soy como hombre sin fuerza:
Lucas 10:30 - Biblia Version Moderna (1929) Jesús respondiendo, dijo: Cierto hombre iba bajando de Jerusalem a Jericó, y cayó en manos de ladrones; los cuales le quitaron hasta la ropa, y habiéndole cubierto de heridas, se fueron, dejándole medio muerto. Περισσότερες εκδόσειςBiblia Reina Valera 1960 Respondiendo Jesús, dijo: Un hombre descendía de Jerusalén a Jericó, y cayó en manos de ladrones, los cuales le despojaron; e hiriéndole, se fueron, dejándole medio muerto. Biblia Nueva Traducción Viviente Jesús respondió con una historia: —Un hombre judío bajaba de Jerusalén a Jericó y fue atacado por ladrones. Le quitaron la ropa, le pegaron y lo dejaron medio muerto al costado del camino. Biblia Católica (Latinoamericana) Jesús empezó a decir: 'Bajaba un hombre por el camino de Jerusalén a Jericó y cayó en manos de unos bandidos, que lo despojaron hasta de sus ropas, lo golpearon y se marcharon dejándolo medio muerto. La Biblia Textual 3a Edicion Respondiendo Jesús, dijo: Cierto° hombre bajaba de Jerusalem a Jericó, y cayó en mano de salteadores, los cuales después de desnudarlo y golpearlo, se fueron dejándolo medio muerto. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Jesús respondió: 'Un hombre bajaba de Jerusalén a Jericó y cayó en manos de ladrones, que le despojaron de todo, le molieron a golpes y se fueron, dejándolo medio muerto. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y respondiendo Jesús, dijo: Un hombre descendía de Jerusalén a Jericó, y cayó en manos de ladrones, los cuales le despojaron; e hiriéndole, se fueron, dejándole medio muerto. |
Soy contado con los que descienden al hoyo; soy como hombre sin fuerza:
Por lo mismo, he aquí que vienen días, dice Jehová, en que ejecutaré juicio contra las esculturas de Babilonia, y por toda su tierra gemirán los traspasados.
LAMED.- Dicen a sus madres: ¿Dónde están el trigo y el vino? desmayándose, cual heridos, por las calles de la ciudad; exhalando sus almas en el regazo de sus madres.
Y fortaleceré los brazos del rey de Babilonia, y pondré mi espada en su mano; mas quebraré los brazos de Faraón, y él gemirá, con los gemidos de un hombre mortalmente herido, delante de aquél.
Mas por casualidad un sacerdote venía bajando por el mismo camino; y cuando le vió, pasó de largo, enfrente de él.
¶Y Jesús, tomando aparte a los doce, les dijo: He aquí que vamos subiendo a Jerusalem, y serán cumplidas todas las cosas escritas por los profetas acerca del Hijo del hombre.