Y éste le dijo: Así dice Jehová: Por cuanto dejaste salir de tu mano al hombre que yo había señalado para total destrucción, responderá tu vida por su vida, y tu pueblo por su pueblo.
Levítico 20:4 - Biblia Version Moderna (1929) Y si el pueblo de la tierra de manera alguna apartare sus ojos de aquel hombre cuando diere de su simiente a Moloc, para no hacerle morir, Περισσότερες εκδόσειςBiblia Reina Valera 1960 Si el pueblo de la tierra cerrare sus ojos respecto de aquel varón que hubiere dado de sus hijos a Moloc, para no matarle, Biblia Nueva Traducción Viviente Si los miembros de la comunidad hacen la vista gorda ante aquellos que ofrecen a sus hijos a Moloc, y se niegan a ejecutarlos, Biblia Católica (Latinoamericana) Si la gente del pueblo cierra sus ojos respecto de ese hombre cuando entrega su descendencia para Moloc y no lo hace morir, La Biblia Textual 3a Edicion Y si el pueblo de esta tierra de alguna manera cierra sus ojos para no ver al hombre que haya entregado su descendiente a Moloc, y no lo hace morir, Biblia Serafín de Ausejo 1975 Si los habitantes del país cierran sus ojos para no ver al hombre que dio un hijo suyo a Mólec y no lo ejecutan, Biblia Reina Valera Gómez (2023) Que si escondiere el pueblo de la tierra sus ojos de aquel varón que hubiere dado de su simiente a Moloc, para no matarle, |
Y éste le dijo: Así dice Jehová: Por cuanto dejaste salir de tu mano al hombre que yo había señalado para total destrucción, responderá tu vida por su vida, y tu pueblo por su pueblo.
también yo mismo pondré mi rostro contra el tal hombre para cortarle de entre su pueblo, por haber dado de su simiente a Moloc; por cuanto ha contaminado mi Santuario y ha profanado mi santo nombre.
yo mismo pondré mi rostro contra aquel hombre y contra su familia, y le cortaré de entre su pueblo, tanto a él como a todos los que han ido idolatrando tras él, fornicando en pos de Moloc.
Pues aquellos tiempos de ignorancia Dios los dejó pasar; mas ahora manda a los hombres, que todos, en todas partes, se arrepientan;
no condesciendas con él, ni le escuches; ni tampoco le perdone tu ojo, ni le tengas piedad, ni le protejas;
Por lo mismo no podrán los hijos de Israel hacer frente a sus enemigos, sino que continuarán volviendo las espaldas delante de sus enemigos; porque han venido a ser anatema. Yo no tornaré más a estar con vosotros, a menos que destruyáis el anatema de en medio de vosotros.
Esto no obstante, yo tengo algunas pocas cosas contra ti, por cuanto tienes allí a los que sostienen la enseñanza de Balaam, el cual enseñó a Balac a poner tropiezo delante de los hijos de Israel, incitándolos a comer de lo que se ofrece en sacrificio a los ídolos, y a cometer fornicación.