que se sientan en los sepulcros, y tienen la noche en las bóvedas; que comen carne de cerdo, y en sus ollas hay caldo de cosas abominables;
Levítico 11:7 - Biblia Version Moderna (1929) Y el cerdo; pues aunque es de pezuña, teniendo la pata dividida en dos uñas, no rumia: será inmundo para vosotros. Περισσότερες εκδόσειςBiblia Reina Valera 1960 También el cerdo, porque tiene pezuñas, y es de pezuñas hendidas, pero no rumia, lo tendréis por inmundo. Biblia Nueva Traducción Viviente El cerdo tiene pezuñas partidas de manera pareja, pero no rumia, también es impuro. Biblia Católica (Latinoamericana) El cerdo, que tiene la pezuña partida, hendida en dos uñas, pero no rumia, será impuro para ustedes. La Biblia Textual 3a Edicion También el cerdo, aunque tiene pezuña y es de pezuña hendida, no rumia, será inmundo para vosotros. Biblia Serafín de Ausejo 1975 el cerdo, que tiene la pezuña hendida y el casco partido, pero no rumia, será inmundo para vosotros. Biblia Reina Valera Gómez (2023) También el puerco, aunque tiene pezuñas, y es de pezuñas hendidas, pero no rumia, lo tendréis por inmundo. |
que se sientan en los sepulcros, y tienen la noche en las bóvedas; que comen carne de cerdo, y en sus ollas hay caldo de cosas abominables;
Los que se santifican, y practican lustraciones, para entrar a los jardines, caminando tras de uno al interior de ellos; los que comen carne de cerdo, y bichos abominables, y el ratón, serán destruídos juntamente, dice Jehová.
El que degüella un toro, es como el que mata a un hombre; el que sacrifica una oveja, como el que corta la cabeza a un perro; el que hace ofrenda vegetal, como quien presenta sangre de cerdo; el que quema incienso, como el que bendice a un ídolo: sí, ellos han escogido sus propios caminos, y sus almas se complacen en sus abominaciones.
Todo aquel que es de pezuña (que tiene dividida la pata en dos uñas) y que rumia, entre los animales, ese podréis comer.
Y la liebre; porque rumia, mas no tiene la pata dividida; será inmunda para vosotros.
De la carne de ellos no comeréis, y sus cuerpos muertos no tocaréis; os serán inmundos.
¶No deis lo santo a los perros, ni echéis vuestras perlas delante de los cerdos; no sea que las rehuellen con sus pies, y volviéndose sobre vosotros, os despedacen.
Y fué, y arrimóse a uno de los ciudadanos de aquel país; el cual le envió a sus campos para apacentar los puercos.
Entonces los demonios, saliendo del hombre, entraron en los cerdos; y la piara lanzóse furiosamente por un despeñadero en el lago, y se ahogó.
asimismo el cerdo, pues aunque tiene la pata hendida, no rumia; inmundo será para vosotros; de la carne de ellos no comeréis, ni tocaréis sus cuerpos muertos.