Entonces tomó el siervo diez camellos, de los camellos de su señor, y fué, llevando consigo de lo mejor de todos los bienes de su señor. Levantóse pues, y fué a Mesopotamia, a la ciudad de Nacor.
Jueces 3:8 - Biblia Version Moderna (1929) Por tanto se encendió la ira de Jehová contra Israel; y los vendió en mano de Cusán-risataim, rey de Mesopotamia; y sirvieron los hijos de Israel a Cusán-risataim ocho años. Περισσότερες εκδόσειςBiblia Reina Valera 1960 Y la ira de Jehová se encendió contra Israel, y los vendió en manos de Cusan-risataim rey de Mesopotamia; y sirvieron los hijos de Israel a Cusan-risataim ocho años. Biblia Nueva Traducción Viviente Entonces el Señor ardió de enojo contra Israel y lo entregó en manos de Cusán-risataim, rey de Aram-naharaim. Y los israelitas sirvieron a Cusán-risataim durante ocho años. Biblia Católica (Latinoamericana) Entonces estalló contra Israel la cólera de Yavé. Los dejó caer en las manos de Cusán-Riseataim, rey de Edom, y los israelitas estuvieron sometidos a Cusán-Riseataim por ocho años. La Biblia Textual 3a Edicion Por tanto la ira de YHVH se encendió contra Israel y los entregó en mano de Cusán-Risataim,° rey de Aram-Naharaim,° y los hijos de Israel sirvieron a Cusán-Risataim ocho años. Biblia Serafín de Ausejo 1975 La ira de Yahveh se encendió contra Israel, y los entregó en manos de Cusán Risatáin, rey de Aram Naharáin. Los israelitas estuvieron sometidos a Cusán Risatáin durante ocho años. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y la ira de Jehová se encendió contra Israel, y los vendió en manos de Cusan-risataim rey de Mesopotamia; y sirvieron los hijos de Israel a Cusan-risataim ocho años. |
Entonces tomó el siervo diez camellos, de los camellos de su señor, y fué, llevando consigo de lo mejor de todos los bienes de su señor. Levantóse pues, y fué a Mesopotamia, a la ciudad de Nacor.
Y los entregó en manos de los gentiles, y los que los aborrecían tuvieron el dominio sobre ellos.
MUCHAS veces me han angustiado desde mi juventud, (¡oh diga así Israel!)
¡JEHOVÁ no me reprendas en tu ira, ni me castigues en tu ardiente indignación!
y encenderáse mi ira, y os mataré a espada; y vuestras mujeres serán viudas, y huérfanos vuestros hijos.
ASÍ dice Jehová: ¿Dónde está la carta del divorcio de vuestra madre, con la cual yo la repudié? ¿o a cuál de mis acreedores os he vendido? He aquí que por vuestras iniquidades fuisteis vendidos; y por vuestras transgresiones fué repudiada vuestra madre.
Y pondré mi rostro contra vosotros, de modo que seréis heridos delante de vuestros enemigos, y os dominarán los que os aborrecen, y huiréis sin que nadie os persiga.
¡Veo las tiendas de Cusán en aflicción; se estremecen las cortinas de la tierra de Madián!
¶Porque sabemos que la ley es espiritual, mas yo soy carnal, vendido bajo el poder del pecado.
No querrá Jehová perdonarle; sino que entonces humearán la ira de Jehová y sus celos contra el tal hombre, y vendrán a asentarse sobre él todas las maldiciones escritas en este libro; y Jehová raerá su nombre de debajo del cielo;
¡Cómo perseguiría uno a mil, y dos pondrían en fuga a diez mil, si su Roca no los hubiera vendido, y Jehová no los hubiera entregado!
Por eso se encendió la ira de Jehová contra Israel; y los entregó en mano de robadores que los saquearon, y los vendió en mano de sus enemigos de al derredor; de manera que no pudieron ya parar delante de sus enemigos.
Por lo cual se encendió la ira de Jehová contra Israel, y dijo: Por cuanto esta nación traspasa mi pacto que prescribí a sus padres, y no escuchan mi voz,
Pues estuvo sobre él el Espíritu de Jehová, y juzgó a Israel: y salió a la guerra; y Jehová entregó en su mano a Cusán-risataim, rey de Siria, y prevaleció su mano contra Cusán-risataim.
¶Y los hijos de Israel hicieron lo que era malo a los ojos de Jehová, y, olvidados de Jehová su Dios, sirvieron a los Baales y a las Asheras.
Entonces los hijos de Israel clamaron a Jehová, y Jehová levantó un salvador para los hijos de Israel que los salvó, a saber, Otniel hijo de Cenez, hermano menor de Caleb.
A lo que ella dijo: De seguro iré yo contigo; mas no será tuya la gloria de la jornada que vas a emprender; porque en mano de una mujer venderá Jehová a Sísara. Levantóse pues Débora y fué con Barac a Cades de Galilea.
Mas ellos olvidaron a Jehová su Dios, y él los vendió en mano de Sísara, jefe de la hueste de Hazor, y en mano de los Filisteos, y en mano del rey de Moab; los cuales pelearon contra ellos.