Así dice el rey: Poned a éste en la cárcel, y dadle de comer pan de aflicción, y agua de aflicción, hasta que yo vuelva en paz.
Juan 9:29 - Biblia Version Moderna (1929) Sabemos que Dios habló a Moisés; pero en cuanto a éste, no sabemos de dónde sea. Περισσότερες εκδόσειςBiblia Reina Valera 1960 Nosotros sabemos que Dios ha hablado a Moisés; pero respecto a ese, no sabemos de dónde sea. Biblia Nueva Traducción Viviente Sabemos que Dios le habló a Moisés, pero no sabemos ni siquiera de dónde proviene este hombre. Biblia Católica (Latinoamericana) Sabemos que a Moisés le habló Dios, pero ése no sabemos ni siquiera de dónde es. La Biblia Textual 3a Edicion Nosotros sabemos que Dios ha hablado a Moisés, pero éste, no sabemos de dónde es. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Nosotros sabemos que a Moisés le habló Dios; pero éste no sabemos de dónde es'. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Nosotros sabemos que Dios habló a Moisés; pero Éste, no sabemos de dónde sea. |
Así dice el rey: Poned a éste en la cárcel, y dadle de comer pan de aflicción, y agua de aflicción, hasta que yo vuelva en paz.
¶Entonces Jehú salió a donde estaban los siervos de su señor; y uno le dijo: ¿Va todo bien? ¿Para qué vino a ti aquel loco? Y él le dijo: Vosotros conocéis al hombre y su recado sabéis.
Envió a Moisés, siervo suyo. a Aarón también, a quien él había escogido.
También tuvieron envidia a Moisés en el campamento, y a Aarón, el consagrado a Jehová.
Mas yo soy gusano, y no hombre, oprobio de los hombres, y despreciado del pueblo.
¡Acordaos de la ley de Moisés mi siervo, a que yo le prescribí en Horeb, para todo Israel; mis estatutos y mis leyes!
Entonces dijo Moisés: En esto conoceréis que Jehová me ha enviado a hacer todas estas obras, y que no las he inventado de mi propio corazón.
Pero los fariseos oyéndolo, decían: Éste no echa fuera los demonios sino en unióncon Beelzebub, príncipe de los demonios.
que dijeron: Éste dijo: Tengo poder de derribar el Templo de Dios, y de reedificarlo en tres días.
Y comenzaron a acusarle, diciendo: A éste hemos hallado pervirtiendo a nuestra nación, y vedando pagar tributo a César, y diciendo que él mismo es Cristo, el Rey.
Porque la ley por medio de Moisés fué dada; mas la gracia y la verdad por medio de Jesucristo vinieron.
Nosotros empero conocemos a éste, y sabemos de dónde es: mas cuando viniere el Cristo, nadie sabrá de dónde sea.
Jesús entonces clamó en el Templo, mientras enseñaba, diciendo: A mí me conocéis, y sabéis también de donde soy; y yo no he venido de mí mismo: mas el que me envió es verdadero, a quien vosotros no conocéis:
Jesús respondió y les dijo: Aunque doy testimonio de mí mismo, mi testimonio es digno de fe; porque sé de donde vine, y a donde voy; vosotros empero no sabéis de dónde vine, ni adonde voy.
Por tanto algunos de los fariseos dijeron: Este hombre no es de Dios, porque no guarda el sábado. Otros empero dijeron: ¿Cómo puede un hombre pecador hacer tales milagros? Y había disensión entre ellos.
¶Llamaron,pues, segunda vez, al hombre que había sido ciego, y le dijeron: Da gloria a Dios; nosotros sabemos que este hombre es pecador.
Respondió el hombre y les dijo: Pues esto es lo maravilloso, que no sabéis de dónde sea; y él me ha abierto los ojos.
¶Y le escucharon hasta esta palabra; levantaron entonces la voz, diciendo: ¡Quita de la tierra a un tal hombre, porque no conviene que viva!
Habiendo pues recibido la ayuda que es de Dios, quedo firme hasta este día, testificando a pequeños y también a grandes, sin decir cosa alguna fuera de las que los Profetas y Moisés dijeron que habían de suceder;
A este Moisés de quien habían renegado diciendo: ¿Quién te constituyo a ti príncipe y juez? a éste mismo envió Dios como príncipe y redentor, por medio del ángel que le apareció en la zarza.
Mas no se ha levantado todavía profeta en Israel semejante a Moisés, a quien conociera Jehová cara a cara;
HABIENDO Dios hablado en el antiguo tiempo a los padres, en diferentes ocasiones, y de diversas maneras, por los profetas,
en estos postreros días, nos ha hablado a nosotros por su Hijo; a quien ha constituído heredero de todas las cosas, por medio de quien también hizo el universo.