De esta suerte repetiste la execrable lascivia de tu mocedad, cuando estrujaban los Egipcios tus tetas, a causa de los pechos de tu mocedad.
Juan 5:43 - Biblia Version Moderna (1929) Yo he venido en el nombre de mi Padre, y no me recibís: si otro viniere en su propio nombre, a éste sí recibiréis. Περισσότερες εκδόσειςBiblia Reina Valera 1960 Yo he venido en nombre de mi Padre, y no me recibís; si otro viniere en su propio nombre, a ese recibiréis. Biblia Nueva Traducción Viviente Yo he venido en nombre de mi Padre, y ustedes me han rechazado. Sin embargo, si otros vienen en su propio nombre, ustedes los reciben con gusto. Biblia Católica (Latinoamericana) porque he venido en nombre de mi Padre, y ustedes no me reciben. Si algún otro viene en su propio nombre, a ése sí lo acogerán. La Biblia Textual 3a Edicion Yo he venido en el nombre de mi Padre, y no me recibís, si otro viene en su propio nombre, a ése recibiréis. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Yo he venido en el nombre de mi Padre, y no me recibís; si viniera algún otro en nombre propio, a ése si lo recibiríais. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Yo he venido en el nombre de mi Padre, y no me recibís; si otro viniere en su propio nombre, a ese recibiréis. |
De esta suerte repetiste la execrable lascivia de tu mocedad, cuando estrujaban los Egipcios tus tetas, a causa de los pechos de tu mocedad.
porque se levantarán falsos Cristos, y falsos profetas, y darán grandes señales y prodigios, de tal manera que extravíen, si posible fuera, aun a los escogidos.
Porque vendrán muchos en mi nombre, diciendo: Yo soy el Cristo; y extraviarán a muchos.
Jesús les respondió: Ya os lo he dicho, y no creísteis: las obras que hago en el nombre de mi Padre, éstas dan testimonio de mi.
¡Padre, glorifica tu nombre! Entonces vino una voz del cielo, que decía: Ya lo he glorificado, y otra vez lo glorificaré.
Porque de tal manera amó Dios al mundo, que dió a su Hijo unigénito, para que todo aquel que cree en él, no perezca, mas tenga vida eterna.
Porque descendí del cielo no para hacer mi propia voluntad, sino la voluntad de aquel que me envió.
¿No eres pues aquel egipcio que antes de estos días hizo un motín, y llevó al desierto aquellos cuatro mil hombres de los asesinos?