En seguida tomó la sartén y vaciólas en su presencia; mas él rehusó comer. Entonces Amnón dijo: ¡Echad de mi presencia a todos! y salieron todos de su presencia.
Juan 3:20 - Biblia Version Moderna (1929) Porque todo aquel que obra el mal, odia la luz, y no viene a la luz, para que sus obras no sean reprendidas. Περισσότερες εκδόσειςBiblia Reina Valera 1960 Porque todo aquel que hace lo malo, aborrece la luz y no viene a la luz, para que sus obras no sean reprendidas. Biblia Nueva Traducción Viviente Todos los que hacen el mal odian la luz y se niegan a acercarse a ella porque temen que sus pecados queden al descubierto, Biblia Católica (Latinoamericana) Pues el que obra el mal odia la luz y no va a la luz, no sea que sus obras malas sean descubiertas y condenadas. La Biblia Textual 3a Edicion Porque todo el que practica lo malo, aborrece la luz, y no viene a la luz, para que sus obras no sean expuestas. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Pues todo el que obra el mal odia la luz y no se acerca a la luz, para que no se descubra la maldad de sus obras. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Porque todo el que hace lo malo aborrece la luz, y no viene a la luz, para que sus obras no sean reprobadas. |
En seguida tomó la sartén y vaciólas en su presencia; mas él rehusó comer. Entonces Amnón dijo: ¡Echad de mi presencia a todos! y salieron todos de su presencia.
Y respondió el rey de Israel a Josafat: Todavía hay un hombre por medio de quien pudiéramos consultar a Jehová; pero yo le aborrezco, porque nunca profetiza acerca de mí cosa buena, sino siempre mala; es a saber, Micaya hijo de Imla. A lo cual respondió Josafat: No hable el rey así.
Por lo cual se levantó ella a media noche, y quitó mi niño de junto a mi lado, estando dormida tu sierva, y se le puso en su mismo seno, en tanto que a su hijo muerto le puso en mi seno.
Por cuanto aborrecieron la ciencia, y no escogieron el temor de Jehová;
El escarnecedor no ama al que le reprende; no quiere acercarse a los sabios.
Cierra los ojos para maquinar cosas perversas, y apretando los labios, lleva a efecto la maldad.
los cuales abandonan las sendas de la rectitud, para andar por caminos de tinieblas;
Pero la senda de los justos es como la luz de la aurora, que se va aumentando en resplandor hasta que el día es perfecto.
y digas: ¡Cómo aborrecí la instrucción, y mi corazón rehusó la corrección;
Tu morada, oh Jeremías, está en medio del engaño; por amar el engaño, ellos rehusan conocerme a mí, dice Jehová.
¶Respondiendo entonces uno de los doctores de la ley, le dice: ¡Maestro, con decir estas cosas nos afrentas a nosotros también!
Mas el que obra la verdad, viene a la luz, para que sus obras sean puestas de manifiesto; por cuanto han sido hechas en Dios.
El mundo no puede odiaros a vosotros, mas a mí sí me odia, porque yo testifico de él que sus obras son malas.