¿Por ventura esta Casa que es llamada de mi nombre, ha venido a ser una cueva de ladrones en vuestro concepto? He aquí que yo, sí, yo lo he visto, dice Jehová.
Juan 2:16 - Biblia Version Moderna (1929) Y a los que vendían palomas les dijo: Quitad estas cosas de aquí! ¡no hagáis de la Casa de mi Padre una casa de comercio. Περισσότερες εκδόσειςBiblia Reina Valera 1960 y dijo a los que vendían palomas: Quitad de aquí esto, y no hagáis de la casa de mi Padre casa de mercado. Biblia Nueva Traducción Viviente Luego se dirigió a los que vendían palomas y les dijo: «Saquen todas esas cosas de aquí. ¡Dejen de convertir la casa de mi Padre en un mercado!». Biblia Católica (Latinoamericana) A los que vendían palomas les dijo: 'Saquen eso de aquí y no conviertan la Casa de mi Padre en un mercado. La Biblia Textual 3a Edicion y dijo a los que vendían las palomas: ¡Quitad esto de aquí, y no hagáis la Casa de mi Padre casa de mercado! Biblia Serafín de Ausejo 1975 Y a los que vendían palomas les dijo: 'Quitad esto de aquí; no hagáis de la casa de mi Padre una casa de comercio'. Biblia Reina Valera Gómez (2023) y dijo a los que vendían palomas: Quitad de aquí esto, y no hagáis de la casa de mi Padre una casa de mercado. |
¿Por ventura esta Casa que es llamada de mi nombre, ha venido a ser una cueva de ladrones en vuestro concepto? He aquí que yo, sí, yo lo he visto, dice Jehová.
¶Y entró Jesús en el Templo de Dios, y echó fuera a todos los que vendían y compraban en el Templo; y trastornó las mesas de los cambistas, y las sillas de los que vendían palomas;
y les dijo: ¡Escrito está: Mi casa será llamada Casa de Oración; pero vosotros la hacéis una cueva de ladrones!
Mas ellos no hicieron caso; y se fueron, éste a su campo, y aquél a sus negocios;
Y les enseñaba, diciendo: ¿No está escrito: Mi Casa será llamada Casa de Oración por todas las naciones? pero vosotros la habéis hecho una cueva de ladrones.
A lo que les dijo: ¿Cómo es que me buscabais? ¿No sabíais que debo ocuparme en las cosas de mi Padre?
Mi Padre que me las dió, mayor es que todos; y nadie es poderoso para arrebatarlas de la mano de mi Padre.
Haciendo entonces un azote de cuerdas, los echó a todos del Templo, con las ovejas y los bueyes; y arrojó al suelo el dinero de los cambistas, y trastornó sus mesas.
Dícele Jesús: No me toques; porque no he subido todavía al Padre: mas vé a mis discípulos, y diles: Subo a mi Padre y vuestro Padre, y a mi Dios y vuestro Dios.
Respondió Jesús: No tengo demonio; mas honro a mi Padre, y vosotros me deshonráis.
altercaciones de hombres de ánimo corrompido, y privados de la verdad, que suponen que la piedad es camino de ganancia.
También en avaricia, con palabras engañosas, harán tráfico de vosotros; el juicio de los cuales ya de largo tiempo atrás no se tarda, y su destrucción no se duerme.