El rey, pues, se indignó, y enviando sus tropas, destruyó a aquellos homicidas, y puso a fuego su ciudad.
Juan 11:48 - Biblia Version Moderna (1929) Si le dejamos así, todos creerán en él; y vendrán los romanos y destruirán nuestro lugar y nuestra nación. Περισσότερες εκδόσειςBiblia Reina Valera 1960 Si le dejamos así, todos creerán en él; y vendrán los romanos, y destruirán nuestro lugar santo y nuestra nación. Biblia Nueva Traducción Viviente Si lo dejamos seguir así, dentro de poco todos van a creer en él. Entonces, el ejército romano vendrá y destruirá tanto nuestro templo como nuestra nación». Biblia Católica (Latinoamericana) Si lo dejamos que siga así, todos van a creer en él, y luego intervendrán los romanos y destruirán nuestro Lugar Santo y nuestra nación. La Biblia Textual 3a Edicion Si lo dejamos así, todos creerán en Él; y vendrán los romanos y nos quitarán tanto el Lugar° como la nación. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Si lo dejamos continuar así, todos creerán en él, vendrán los romanos y acabarán con nuestro lugar santo y con nuestro pueblo'. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Si le dejamos así, todos creerán en Él; y vendrán los romanos y nos quitarán nuestro lugar y nuestra nación. |
El rey, pues, se indignó, y enviando sus tropas, destruyó a aquellos homicidas, y puso a fuego su ciudad.
Por tanto id a las salidas de los caminos, y a cuantos hallareis, convidadlos a las bodas.
¶Por tanto, cuando viereis aquella abominación asoladora, de que habló Daniel el profeta, estar en el Lugar Santo (el que lee, entienda),
Y todo el pueblo respondiendo, dijo: ¡Recaiga su sangre sobre nosotros, y sobre nuestros hijos!
¡Ay de vosotros los doctores de la ley! porque habéis quitado la llave de la ciencia; vosotros no entrasteis, y a los que iban entrando se lo impedisteis.
Los de a lo largo del camino son los que cuando han oído, viene luego el diablo y quita de sus corazones la palabra, para que no crean y se salven.
Éste vino como testigo, para dar testimonio de la luz, a fin de que todos creyesen por medio de él.
diciendo: ¿No os mandamos estrechamente que no enseñaseis en este nombre? ¡Y he aquí que habéis henchido a Jerusalem de vuestra enseñanza, e intentáis traer sobre nosotros la sangre de este hombre!