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Juan 10:30
18 Σταυροειδείς Αναφορές  

Todas las cosas me han sido entregadas por mi Padre; y nadie conoce al Hijo, sino el Padre; ni al Padre conoce nadie, sino el Hijo, y aquel a quien el Hijo lo quisiere revelar.


Id, pues, y haced discípulos entre todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo:


Mi Padre que me las dió, mayor es que todos; y nadie es poderoso para arrebatarlas de la mano de mi Padre.


¿decís vosotros de Aquél a quien el Padre santificó, y le envió al mundo: ¡Tú blasfemas! porque dije: ¡Soy Hijo de Dios?


Respondió Jesús y le dijo: Si alguno me ama, guardará mi palabra; y mi Padre le amará, y nosotros iremos a él, y haremos morada con él.


Jesús le dice: Tanto tiempo hace que estoy con vosotros, ¿y todavía no me conoces, Felipe? el que me ha visto a mí ha visto al Padre; ¿cómo pues dices tú: Muéstranos al Padre?


Todo cuanto tiene el Padre, mío es; por tanto os dije que tomará de lo mío y os lo anunciará.


y todo lo mío es tuyo, y lo tuyo es mío; y yo soy glorificado en ellos.


Mas Jesús les respondió: Mi Padre hasta ahora obra, y yo obro.


para que todos honren al Hijo de la misma manera que honran al Padre. El que no honra al Hijo, no honra al Padre que le envió.


Díjoles Jesús: En verdad, en verdad os digo: Antes que Abraham naciera, yo soy.


¶Oye, Israel: Jehová nuestro Dios, Jehová, uno solo es.


Y sin controversia alguna, grande es el misterio de la piedad, es a saber: Aquel que fué manifestado en la carne, justificado en el espíritu, visto de ángeles, predicado entre las naciones, creído en el mundo, recibido arriba en gloria.


aguardando aquella esperanza bienaventurada, y el aparecimiento en gloria del gran Dios y Salvador nuestro, Jesucristo;


Sabemos empero que el Hijo de Dios ha venido, y nos ha dado entendimiento, para que conozcamos a aquel que es verdadero; y nosotros estamos en el que es verdadero, es decir, en su Hijo Jesucristo.  Éste es el verdadero Dios y la vida eterna.


Porque tres son los que dan testimonio [en el cielo, el Padre, el Verbo y el Espíritu Santo, y estos tres son uno.