Y David, cuando vió al ángel que hería al pueblo, habló a Jehová, y dijo: ¡He aquí que yo he pecado, y yo he obrado perversamente! mas estas ovejas, ¿qué han hecho? ¡Yo te ruego que sea tu mano contra mí y contra la casa de mi padre!
Jonás 1:12 - Biblia Version Moderna (1929) A lo que les contestó: Alzadme y echadme a la mar, para que se os calme la mar; porque yo sé que por mi causa esta grande tempestad ha venido sobre vosotros. Περισσότερες εκδόσειςBiblia Reina Valera 1960 Él les respondió: Tomadme y echadme al mar, y el mar se os aquietará; porque yo sé que por mi causa ha venido esta gran tempestad sobre vosotros. Biblia Nueva Traducción Viviente —Échenme al mar —contestó Jonás— y volverá la calma. Yo sé que soy el único culpable de esta terrible tormenta. Biblia Católica (Latinoamericana) Jonás les contestó: 'Llévenme y arrójenme al mar, y éste se calmará, porque sé que por culpa mía les ha sobrevenido esta tempestad. La Biblia Textual 3a Edicion Y él respondió: Alzadme en vilo y arrojadme al mar, y se os calmará, pues yo sé que por mi causa os ha sobrevenido esta gran tempestad. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Él les respondió: 'Alzadme en vilo y tiradme al mar, y el mar se os apaciguará; pues sé que por mi causa os ha sobrevenido esta tempestad'. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Él les respondió: Tomadme, y echadme al mar, y el mar se os aquietará; porque yo sé que por mi causa ha venido esta gran tempestad sobre vosotros. |
Y David, cuando vió al ángel que hería al pueblo, habló a Jehová, y dijo: ¡He aquí que yo he pecado, y yo he obrado perversamente! mas estas ovejas, ¿qué han hecho? ¡Yo te ruego que sea tu mano contra mí y contra la casa de mi padre!
Y dijo David a Dios: ¿No fuí yo quien mandó que se numerase el pueblo? Yo soy quien pecó, y yo he hecho muy inicuamente; mas estas ovejas ¿qué han hecho? Oh Jehová, Dios mío, ruégote que sea tu mano contra mí y contra la casa de mi padre; mas no contra tu pueblo, para que haya plaga entre ellos.
A un hombre como tú mismo, podrá dañarle tu maldad, o a un hijo del hombre tu justicia le puede aprovechar.
Más vale la sabiduría que las armas de guerra; pero un solo pecador destruye mucho bien.
Y le dijeron: ¿Qué debemos hacer contigo, para que se nos calme la mar? puesto que la mar iba embraveciéndose más y más.
Pero los hombres remaban, para volver a tierra; mas no podían; porque la mar se iba embraveciendo más y más, contra ellos.
ni consideráis que nos conviene que un solo hombre muera por el pueblo, y no que toda la nación perezca.
el cual decía: No temas Pablo; es necesario que comparezcas ante César; y he aquí que Dios te ha dado a todos los que navegan contigo.
Por lo mismo no podrán los hijos de Israel hacer frente a sus enemigos, sino que continuarán volviendo las espaldas delante de sus enemigos; porque han venido a ser anatema. Yo no tornaré más a estar con vosotros, a menos que destruyáis el anatema de en medio de vosotros.