A lo que él respondió: Por el niño, mientras vivía, yo ayunaba y lloraba, pues decía: ¿Quién sabe si Jehová no tendrá piedad de mí, de modo que viva el niño?
Joel 2:14 - Biblia Version Moderna (1929) ¿Quién sabe si no volverá y se arrepentirá, y dejará en pos de sí una bendición, que suministre ofrenda vegetal y libaciones para vuestro Dios? Περισσότερες εκδόσειςBiblia Reina Valera 1960 ¿Quién sabe si volverá y se arrepentirá y dejará bendición tras de él, esto es, ofrenda y libación para Jehová vuestro Dios? Biblia Nueva Traducción Viviente ¿Quién sabe? Quizá les suspenda el castigo y les envíe una bendición en vez de esta maldición. Quizá puedan ofrendar grano y vino al Señor su Dios, como lo hacían antes. Biblia Católica (Latinoamericana) ¡Quién sabe si volverá atrás y nos perdonará y hará producir de nuevo a nuestros campos, de los cuales sacaremos las ofrendas para Yavé! La Biblia Textual 3a Edicion Quizá desista y se vuelva, y a su paso deje bendición, Y oblación y libación para YHVH vuestro Dios. Biblia Serafín de Ausejo 1975 ¡Quién sabe si cambiará y perdonará y dejará tras de sí bendición! ¡Oblación y libación a Yahveh, vuestro Dios! Biblia Reina Valera Gómez (2023) ¿Quién sabe si volverá y se apiadará y dejará bendición tras sí, es decir, ofrenda y libación para Jehová Dios vuestro? |
A lo que él respondió: Por el niño, mientras vivía, yo ayunaba y lloraba, pues decía: ¿Quién sabe si Jehová no tendrá piedad de mí, de modo que viva el niño?
Puede ser que mire Jehová el agravio que se me hace, y que me devuelva Jehová el bien en lugar de sus maldiciones de hoy.
Quizá oirá Jehová tu Dios todas las palabras de Rabsaces, a quien su amo, el rey de Asiria, ha enviado para vituperar al Dios vivo; y reprenderá las palabras que ha oído Jehová tu Dios: haz pues oración a favor del resto que aún nos queda.
¶Y aconteció al día siguiente que dijo Moisés al pueblo: ¡Vosotros habéis cometido un gran pecado! Ahora pues yo subiré a donde está Jehová; quizás podré conseguir la remisión de vuestro pecado.
Así dice Jehová: Como cuando se halla el mosto en un racimo bueno, se dice: ¡No lo destruyas, porque hay bendición en él! así haré yo, a causa de mis siervos, no destruyéndolos a todos:
si se volviere de su maldad aquella nación contra la cual he hablado, yo me arrepentiré del mal que pensaba hacerle.
Ahora pues enmendad vuestros caminos y vuestras obras, y escuchad la voz de Jehová vuestro Dios, para que se arrepienta Jehová del mal que ha pronunciado contra vosotros.
Puede ser que escuchen y se vuelvan cada cual de su mal camino, para que yo también me arrepienta del mal que pienso hacerles, a causa de la maldad de sus obras.
¡Ceñíos de saco y plañid, oh sacerdotes! ¡aullad, vosotros ministros del altar! ¡venid, yaced toda la noche en sacos, vosotros los ministros de mi Dios! ¡porque la ofrenda vegetal y las libaciones han sido apartadas de la Casa de Jehová!
¿No nos es arrebatado el alimento delante de nuestra vista? el gozo y la alegría ¿no están quitados de la Casa de nuestro Dios?
La ofrenda vegetal y las libaciones arrebatadas están de la Casa de Jehová; los sacerdotes, ministros de Jehová, están de duelo.
Aborreced lo malo, y amad lo bueno, y restableced la justicia en los tribunales; quizás así Jehová el Dios de los Ejércitos se compadecerá del resto de José.
Acercósele entonces el piloto, y le dijo: ¿Qué haces aquí, oh dormilón? ¡Levántate y clama a tu Dios, por si acaso piense Dios en nosotros, de modo que no perezcamos!
¿Quién sabe si no se volverá y se arrepentirá Dios, apartándose del calor de su ira, de modo que no perezcamos?
Buscad a Jehová, todos los mansos de la tierra, los que habéis obrado lo que es justo; buscad la justicia, buscad la mansedumbre; puede ser que os pongáis a cubierto en el día de la ira de Jehová.
¿Hay acaso cosecha todavía en el granero? No; ni tampoco la vid, ni la higuera, ni el granado, ni el olivo han producido: pues bien, desde este día os voy a bendecir.
instruyendo con mansedumbre a los que se oponen; por si acaso Dios les conceda arrepentimiento para conocimiento de la verdad;
Ahora bien, dame esta montaña de la cual habló Jehová en aquel día. Porque tú oíste decir en aquel día, que los Anaceos estaban allí, con ciudades grandes e inexpugnables. Jehová tal vez estará conmigo, de manera que yo pueda desposeerlos, como dijo Jehová.
Por tanto haréis figuras de vuestros tumores y figuras de los ratones, que han asolado vuestra tierra; así daréis gloria al Dios de Israel; quizás aliviará su mano de sobre vosotros, y de sobre vuestros dioses, y de sobre vuestra tierra.