Y pronunciaré mis juicios contra ellas respecto de toda su maldad; por cuanto me han dejado a mí, y queman incienso a otros dioses, y se postran ante la obra de sus mismas manos.
Jeremías 7:17 - Biblia Version Moderna (1929) ¿Acaso no ves lo que están haciendo en las ciudades de Judá y en las calles de Jerusalem? Περισσότερες εκδόσειςBiblia Reina Valera 1960 ¿No ves lo que estos hacen en las ciudades de Judá y en las calles de Jerusalén? Biblia Nueva Traducción Viviente ¿Acaso no ves lo que están haciendo en las ciudades de Judá y en las calles de Jerusalén? Biblia Católica (Latinoamericana) ¿Es que no ves lo que ellos hacen en las ciudades de Judá y en las calles de Jerusalén? La Biblia Textual 3a Edicion ¿Acaso no ves lo que están haciendo en las ciudades de Judá y en las calles de Jerusalem? Biblia Serafín de Ausejo 1975 ¿No estás viendo lo que hacen en las ciudades de Judá y en las calles de Jerusalén? Biblia Reina Valera Gómez (2023) ¿No ves lo que estos hacen en las ciudades de Judá y en las calles de Jerusalén? |
Y pronunciaré mis juicios contra ellas respecto de toda su maldad; por cuanto me han dejado a mí, y queman incienso a otros dioses, y se postran ante la obra de sus mismas manos.
Y vendrán los Caldeos que pelean contra esta ciudad, y pegarán fuego a esta ciudad y la quemarán, juntamente con las casas en cuyos terrados sus habitantes quemaban incienso a Baal, y derramaban libaciones a otros dioses, para provocarme a ira.
a causa de toda la maldad de los hijos de Israel y de los hijos de Judá, la que ellos han hecho para provocarme a ira; ellos, sus reyes, sus príncipes, sus sacerdotes, y sus profetas y los hombres de Judá y los habitantes de Jerusalem.
al contrario cumpliremos resueltamente toda promesa que ha salido de nuestra boca, respecto de quemar incienso a la reina del cielo, y de derramar libaciones a ella; como hicimos nosotros y nuestros padres, nuestros reyes y nuestros príncipes, en las ciudades de Judá y en las calles de Jerusalem; con lo cual tuvimos abundancia de pan, y éramos felices, y no vimos calamidad.
Y yo os envié todos mis siervos los profetas, madrugando y enviando, para decir: ¡Oh no hagáis esta cosa abominable que yo aborrezco!
Por tanto fué derramada mi indignación y mi ira, la cual ardió en las ciudades de Judá y en las calles de Jerusalem; de modo que han venido a ser un desierto y una desolación, como hoy se ve.
Te he constituído, oh Jeremías, ensayador en medio de mi pueblo, firme como una torre; conocerás pues y probarás el camino de ellos.
Por tanto, no ores tú por este pueblo, ni eleves por ellos clamor y oración, ni me hagas intercesión; porque no te oiré.
Los hijos recogen la leña, y los padres encienden el fuego, y las mujeres amasan la pasta, a fin de hacer tortas para la reina del cielo, y derramar libaciones a otros dioses, para provocarme a ira.
Y ellos os consolarán cuando viereis su camino y sus malos hechos; pues conoceréis que no sin causa hice lo que en ella he hecho, dice Jehová el Señor.