Jehová ha jurado por su mano derecha, y por el brazo de su fortaleza: Yo no daré más tu trigo para manutención de tus enemigos, ni los hijos de tierra extraña beberán más tu vino, por el cual tú te has fatigado;
Jeremías 5:17 - Biblia Version Moderna (1929) Consumirán tu cosecha y tu pan; consumirán tus hijos y tus hijas; consumirán tus rebaños y tus vacadas; consumirán tus viñas y tus olivares; y destruirán a espada tus ciudades fortificadas, en las cuales tú pones tu confianza. Περισσότερες εκδόσειςBiblia Reina Valera 1960 Y comerá tu mies y tu pan, comerá a tus hijos y a tus hijas; comerá tus ovejas y tus vacas, comerá tus viñas y tus higueras, y a espada convertirá en nada tus ciudades fortificadas en que confías. Biblia Nueva Traducción Viviente Devorarán la comida de tu cosecha; devorarán a tus hijos e hijas. Devorarán tus rebaños y manadas; devorarán tus uvas y tus higueras. Y destruirán tus ciudades fortificadas que consideras tan seguras. Biblia Católica (Latinoamericana) ellos comerán tu cosecha y tu pan,
devorarán a tus hijos y a tus hijas,
se comerán tus carneros y tus vacas,
tus viñas y tus higos,
destruirán tus plazas fuertes
en las que tanto confías. La Biblia Textual 3a Edicion Devorarán tu mies y tu pan; Devorarán a tus hijos y a tus hijas; Devorarán tus rebaños y vacadas; Devorarán tus viñas y tus higueras, Y destruirán a espada tus ciudades fortificadas, En las cuales has puesto tu confianza. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Devorará tu cosecha y tu pan. Devorarán a tus hijos y a tus hijas. Devorará tu rebaño y tu vacada, devorará tu viña y tu higuera; desmantelará con la espada tus plazas fuertes en las que confías. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y comerán tu mies y tu pan, que habían de comer tus hijos y tus hijas; comerán tus ovejas y tus vacas, comerán tus viñas y tus higueras; y a espada destruirán tus ciudades fuertes en que tú confías. |
Jehová ha jurado por su mano derecha, y por el brazo de su fortaleza: Yo no daré más tu trigo para manutención de tus enemigos, ni los hijos de tierra extraña beberán más tu vino, por el cual tú te has fatigado;
sino que los que lo cosecharon lo comerán, y alabarán a Jehová; y los que lo vendimiaron lo beberán en los atrios de mi Santuario.
No edificarán más para que otro habite, ni plantarán para que otro coma; porque como los días de un árbol, serán los días de mi pueblo, y mis escogidos agotarán el usufructo de la obra de sus manos.
Pues he aquí que voy a convocar a todas las tribus de los reinos del norte, dice Jehová, las cuales vendrán, y pondrán cada cual su trono a la entrada de las puertas de Jerusalem, así contra todos sus muros a la redonda, como contra todas las ciudades de Judá.
y los pastos apacibles están reducidos a silencio, a causa del ardor de la ira de Jehová.
Miro, y he aquí el campo fructífero convertido en un desierto, y todas sus ciudades derribadas, a la presencia de Jehová, y a causa del ardor de su ira.
Ya subió el león de su breñal, es decir, el asolador de las naciones; se ha puesto en marcha; partió de su lugar, para convertir tu tierra en una desolación: tus ciudades serán asoladas, hasta quedar sin habitante.
Mas ni aun en aquellos días, dice Jehová, haré en vosotros un exterminio completo.
Israel es una grey descarriada: los leones la han dispersado; al principio el rey de Asiria la devoró, y últimamente este Nabucodonosor rey de Babilonia le ha quebrantado los huesos.
Cuantos los hallaban, los devoraban; y sus adversarios decían: No hacemos mal; porque han pecado contra Jehová, habitación que es de justicia; sí, contra Jehová, la esperanza de sus padres.
Los acabaré del todo, dice Jehová: no habrá uvas en la vid, ni habrá higos en la higuera, y hasta la hoja se marchitará; y las cosas que les he dado pasarán de ellos.
Desde Dan se siente el resoplido de sus caballos: al estruendo de los relinchos de sus fuertes corceles, se estremece la tierra. Llegó ya el enemigo, y ha devorado la tierra y cuanto contiene, la ciudad y los que en ella habitan.
LAMED.- Dicen a sus madres: ¿Dónde están el trigo y el vino? desmayándose, cual heridos, por las calles de la ciudad; exhalando sus almas en el regazo de sus madres.
BETH.- ¡Tragó el Señor, sin tener piedad, a todas las moradas de Jacob; derribó en su saña las fortalezas de la hija de Judá: echó por tierra y profanó al reino y a sus príncipes!
por tanto, ¡oh montañas de Israel! oíd el oráculo de Jehová el Señor: Así dice Jehová el Señor a las montañas, y a los collados, a las cañadas, y a los valles, a las ruinas, y a las ciudades abandonadas, que han venido a ser la presa y el ludibrio del residuo de las naciones que están alrededor;
Y asolaré sus vides y sus higueras, de las cuales ella decía: Estas son mi galardón, el cual me han dado mis amantes; y las convertiré en bosque, y las bestias del campo las comerán.
Porque Israel se ha olvidado de su Hacedor, y ha edificado templos para sí, y Judá se ha multiplicado ciudades fortificadas: yo enviaré fuego en sus ciudades, que consumirá sus palacios.
Delante de ellos devora un fuego, y tras de ellos abrasa la llama. ¡como el jardín de Edén está la tierra delante de ellos, y tras de ellos, un desierto, una desolación! pues en verdad no hay cosa que se les escape.
yo también haré esto con vosotros: Traeré sobre vosotros el terror, la tisis y la calentura, que os consuman los ojos y os hagan desfallecer el alma: y sembraréis en balde vuestra semilla, porque el fruto se lo comerán vuestros enemigos.
Yo había destruído naciones; sus torres fueron desoladas; había devastado sus campos, de modo que nadie pasaba; sus ciudades fueron asoladas, quedando sin hombre, sin habitante.
Aunque diga Edom: Hemos sido destruídos, pero volveremos a edificar las ruinas; así dice Jehová de los Ejércitos: Ellos edificarán, mas yo echaré por tierra; y se les llamará, País de iniquidad; y, Pueblo contra quien Jehová tiene indignación para siempre.
El fruto de tu tierra y todas tus labores, lo comerá un pueblo que tú no conoces; y nunca serás sino oprimido y quebrantado todos los días;