Por lo cual él trajo contra ellos al rey de los Caldeos, que mató a espada sus guerreros escogidos en la Casa de su Santuario; y no tuvo compasión del mancebo ni de la virgen, del anciano ni de la cabeza cana; a todos los entregó Dios en su mano.
Jeremías 39:1 - Biblia Version Moderna (1929) EN el año noveno de Sedequías rey de Judá, en el mes décimo, había venido Nabucodonosor rey de Babilonia, con todo su ejército a Jerusalem, y la habían cercado; Περισσότερες εκδόσειςBiblia Reina Valera 1960 En el noveno año de Sedequías rey de Judá, en el mes décimo, vino Nabucodonosor rey de Babilonia con todo su ejército contra Jerusalén, y la sitiaron. Biblia Nueva Traducción Viviente En enero del noveno año del reinado de Sedequías, el rey Nabucodonosor de Babilonia llegó con todo su ejército para sitiar Jerusalén. Biblia Católica (Latinoamericana) El año nueve del reinado de Sedecías, rey de Judá, y en el décimo mes del año, Nabucodonosor, rey de Babilonia, volvió con todo su ejército contra Jerusalén y la sitiaron de nuevo. La Biblia Textual 3a Edicion En el año noveno de Sedequías rey de Judá, en el mes décimo, Nabucodonosor rey de Babilonia llegó con todo su ejército contra Jerusalem y la sitió. Biblia Serafín de Ausejo 1975 El año noveno de Sedecías, rey de Judá, en el mes décimo, llegó Nabucodonosor, rey de Babilonia, con todo su ejército a Jerusalén, y la asediaron. Biblia Reina Valera Gómez (2023) En el noveno año de Sedequías, rey de Judá, en el mes décimo, vino Nabucodonosor, rey de Babilonia, con todo su ejército contra Jerusalén, y la sitiaron. |
Por lo cual él trajo contra ellos al rey de los Caldeos, que mató a espada sus guerreros escogidos en la Casa de su Santuario; y no tuvo compasión del mancebo ni de la virgen, del anciano ni de la cabeza cana; a todos los entregó Dios en su mano.
EL oráculo que tuvo Jeremías de parte de Jehová, en el año décimo de Sedequías rey de Judá, que fué el año décimo octavo de Nabucodonosor.
EL oráculo que tuvo Jeremías de parte de Jehová, cuando Nabucodonosor rey de Babilonia, y todo su ejército y todos los reinos de la tierra que había bajo su dominio, y todos los pueblos, peleaban contra Jerusalem y contra todas sus ciudades, el cual decía:
He aquí que voy a mandar, dice Jehová, y ellos volverán a esta ciudad, y pelearán contra ella, y la tomarán, y la quemarán a fuego: también a las ciudades de Judá convertiré en una desolación sin habitante.
Porque así dice Jehová de los Ejércitos, el Dios de Israel: A la manera que fué derramada mi ira y mi indignación sobre los habitantes de Jerusalem, así será derramada mi indignación sobre vosotros, cuando entréis en Egipto; y vendréis a ser una execración, y un asombro, y una maldición, y un oprobio; y no veréis más este lugar.
DE edad de veinte y un años era Sedequías cuando comenzó a reinar, y once años reinó en Jerusalem; y el nombre de su madre fué Hamutal hija de Jeremías de Libna.
Porque así dice Jehová de los Ejércitos; ¡Cortad árboles; levantad terraplenes contra Jerusalem! ¡Ésta es la ciudad que ha de ser visitada; toda ella está llena de opresión!
Y aconteció en el año doce de nuestro cautiverio, en el mes décimo, el día cinco del mes, que vino a mí uno que había escapado de Jerusalem, el cual decía: ¡Ha sido herida la ciudad!
Toma también una sartén de hierro, y la pondrás por muro de hierro entre ti y la ciudad; luego dirigirás tu rostro contra ella; así ella estará puesta en cerco, y tú la sitiarás. Señal será esto para la casa de Israel.
EN el año veinte y cinco de nuestro cautiverio, al principio del año, el día décimo del mes, catorce años después que fué herida la ciudad, en ese mismo día estaba sobre mí la mano de Jehová, y me llevó hasta allá:
Una tercera parte consumirás a fuego en medio de la ciudad, cuando hayas cumplido los días del sitio; y tomarás otra tercera parte y la herirás en derredor con espada; y esparcirás otra tercera parte al viento; y yo sacaré espada en pos de ellos.
Así dice Jehová de los Ejércitos: El ayuno del mes cuarto, y el ayuno del quinto, y el ayuno del séptimo, y el ayuno del décimo, se convertirán para la casa de Judá en días de gozo y regocijo, y en fiestas alegres. ¡Amad pues la verdad y la paz!
Jehová te hará ir a ti y al rey que habrás puesto sobre ti, a nación que no has conocido, ni tú ni tus padres; y allá servirás a otros dioses, de palo y de piedra.