De manera que se fué todo el pueblo a comer y a beber, y a enviar porciones a los demás, y a hacer grandes alegrías; por haber entendido las palabras que se les habían enseñado.
Jeremías 15:16 - Biblia Version Moderna (1929) Fueron halladas tus palabras, y yo las comí; y tus palabras me eran el gozo y el regocijo de mi corazón; pues soy llamado de tu nombre, ¡oh Jehová, Dios de los Ejércitos! Περισσότερες εκδόσειςBiblia Reina Valera 1960 Fueron halladas tus palabras, y yo las comí; y tu palabra me fue por gozo y por alegría de mi corazón; porque tu nombre se invocó sobre mí, oh Jehová Dios de los ejércitos. Biblia Nueva Traducción Viviente Cuando descubrí tus palabras las devoré; son mi gozo y la delicia de mi corazón, porque yo llevo tu nombre, oh Señor Dios de los Ejércitos Celestiales. Biblia Católica (Latinoamericana) Cuando me llegaban tus palabras, yo las devoraba. Tus palabras eran para mí gozo y alegría, porque entonces hacías descansar tu Nombre sobre mí, ¡oh, Yavé Sabaot! La Biblia Textual 3a Edicion Fueron halladas tus palabras, y yo las comí; Y tu Palabra° fue para mí el gozo y la alegría de mi corazón, Porque tu Nombre es invocado sobre mí, ¡Oh YHVH, ’Elohim Sebaot! Biblia Serafín de Ausejo 1975 Aparecían tus palabras y yo las devoraba; tu palabra era mi gozo y la alegría de mi corazón, pues sobre mí se invocaba tu nombre, Yahveh, Dios Sebaot. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Se hallaron tus palabras, y yo las comí; y tus palabras fueron para mí el gozo y la alegría de mi corazón; porque soy llamado por tu nombre, oh Jehová Dios de los ejércitos. |
De manera que se fué todo el pueblo a comer y a beber, y a enviar porciones a los demás, y a hacer grandes alegrías; por haber entendido las palabras que se les habían enseñado.
Del mandamiento de sus labios no me apartaré: más que mi porción diaria he apreciado los dichos de su boca.
He tomado tus testimonios por herencia eterna; porque son el gozo de mi corazón.
Mejor es para mí la ley de tu boca, que millares de oro y de plata. YOD
Deseables son más que el oro, y más que mucho oro fino; dulces también, más que la miel y que las gotas que destilan los panales.
¿Por qué has de ser como hombre atónito, como un valiente que no puede salvar? ¡Mas tú, oh Jehová, estás en medio de nosotros, y de tu nombre somos llamados! ¡no nos dejes!
¶Tú pues, oh hijo del hombre, oye lo que te voy a decir: No seas tú rebelde como esa casa rebelde: abre tu boca, y come lo que te voy a dar.
Oh tú que eres llamada Casa de Jacob, ¿hase estrechado el Espíritu de Jehová? ¿son éstas por ventura obras suyas? ¿no es cierto que mis palabras hacen bien al que anda rectamente?