Y aconteció que mientras habitaba Israel en aquella tierra, Rubén fué y acostóse con Bilha, concubina de su padre: y lo supo Israel. Eran pues doce los hijos de Israel.
Génesis 49:4 - Biblia Version Moderna (1929) Bullente como agua, no serás el preeminente; por cuanto subiste a la cama de tu padre: entonces la profanaste. ¡A mi lecho subió! Περισσότερες εκδόσειςBiblia Reina Valera 1960 Impetuoso como las aguas, no serás el principal, Por cuanto subiste al lecho de tu padre; Entonces te envileciste, subiendo a mi estrado. Biblia Nueva Traducción Viviente Pero eres tan impetuoso como una inundación, y ya no serás más el primero. Pues te acostaste con mi esposa; deshonraste mi cama matrimonial. Biblia Católica (Latinoamericana) Eres como las aguas espumantes: no te encumbrarás, tú que subiste al lecho de tu padre y deshonraste mi cama. La Biblia Textual 3a Edicion Incontrolable como las aguas, No serás el principal, Pues subiste al lecho de tu padre y lo profanaste: ¡Mi tálamo escaló! Biblia Serafín de Ausejo 1975 hirviente como el agua: no tendrás la primacía, porque subiste al lecho de tu padre; profanaste mi tálamo. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Inestable como las aguas, no serás el principal; por cuanto subiste al lecho de tu padre; entonces te envileciste, subiendo a mi estrado. |
Y aconteció que mientras habitaba Israel en aquella tierra, Rubén fué y acostóse con Bilha, concubina de su padre: y lo supo Israel. Eran pues doce los hijos de Israel.
Estos pues son los nombres de los hijos de Israel que fueron a Egipto, Jacob y sus hijos, a saber: El primogénito de Jacob, Rubén.
Y LOS hijos de Rubén, primogénito de Israel; (que él era el primogénito, mas cuando profanó la cama de su padre, fué dada su primogenitura a los hijos de José, hijo de Israel, de manera que no es de inscribirse su genealogía con arreglo a la primogenitura.
POR todas partes se dice que hay fornicación entre vosotros, y tal fornicación como ni aun entre los gentiles se halla; a saber, el que tenga uno la mujer de su padre.
¡Maldito aquel que se acostare con la mujer de su padre, porque ha profanado el lecho de su padre! Y dirá todo el pueblo: ¡Amén!
Ni codiciarás la mujer de tu prójimo, ni desearás la casa de tu prójimo, ni su campo, ni su siervo, ni su sierva, ni su buey, ni su asno, ni cosa alguna que sea de tu prójimo.
teniendo los ojos llenos de adulterio, y que no pueden cesar de pecar; atrayendo con halagos las almas inconstantes; teniendo un corazón ejercitado en la avaricia; hijos de maldición,
como también dice lo mismo en todas sus epístolas, hablando en ellas de estas cosas; en las cuales epístolas hay algunas cosas difíciles de entender, que los ignorantes e inconstantes tuercen, así como hacen con las demás Escrituras, para su propia destrucción.