Διαδικτυακή Βίβλος

Διαφημίσεις


Ολόκληρη η Βίβλος Παλαιά Διαθήκη Καινή Διαθήκη




Génesis 48:11 - Biblia Version Moderna (1929)

Entonces dijo Israel a José: No pensaba ver ni aun tu rostro, y he aquí que Dios me ha hecho ver también tu descendencia.

Δείτε το κεφάλαιο
προβολή Interlinear Bible

Περισσότερες εκδόσεις

Biblia Reina Valera 1960

Y dijo Israel a José: No pensaba yo ver tu rostro, y he aquí Dios me ha hecho ver también a tu descendencia.

Δείτε το κεφάλαιο

Biblia Nueva Traducción Viviente

Entonces Jacob le dijo a José: —Nunca pensé que volvería a ver tu rostro, ¡pero ahora Dios me ha permitido ver también a tus hijos!

Δείτε το κεφάλαιο

Biblia Católica (Latinoamericana)

Israel dijo a José: ' Nunca pensé que volvería a verte, y ahora Dios me concede ver incluso a tus descendientes.

Δείτε το κεφάλαιο

La Biblia Textual 3a Edicion

Y dijo Israel a José: No contaba con ver tu rostro, y fíjate, ’Elohim me ha hecho ver también tu descendencia.

Δείτε το κεφάλαιο

Biblia Serafín de Ausejo 1975

Dijo Israel a José: 'No contaba yo con ver más tu rostro; pero Dios ha hecho que te viera a ti y también a tu descendencia'.

Δείτε το κεφάλαιο

Biblia Reina Valera Gómez (2023)

Y dijo Israel a José: No pensaba yo ver tu rostro, y he aquí Dios me ha hecho ver también tu simiente.

Δείτε το κεφάλαιο
Άλλες μεταφράσεις



Génesis 48:11
9 Σταυροειδείς Αναφορές  

Y él la reconoció, y dijo: ¡La túnica de mi hijo es; alguna bestia feroz le habrá devorado! ¡sin duda ha sido despedazado José!


Y levantáronse todos sus hijos y todas sus hijas para consolarle; mas él no quiso ser consolado, diciendo: ¡Porque descenderé a mi hijo lamentándome hasta la sepultura! De este modo le lloraba su padre.


Y les dijo su padre Jacob: Vosotros me habéis privado de mis hijos: ¡José no parece, y Simeón no parece, y queréis llevar a Benjamín! ¡todas estas cosas me están en contra!


Y le dieron las nuevas, diciendo: ¡José vive aún! ¡y él es gobernador de toda la tierra de Egipto! Mas permaneció frío su corazón, porque no les creía.


Empero los ojos de Jacob estaban ofuscados por la vejez; ya no podía ver. José pues los hizo llegar a él, y él los besó y los abrazó.


Luego los sacó José de entre las rodillas de Jacob, e inclinóse a tierra delante de su rostro:


y veas a los hijos de tus hijos! ¡Sea la paz sobre Israel!


La corona de los ancianos son los hijos de los hijos; y la gloria de los hijos son sus padres.


¶¡Y al que es poderoso para hacer infinitamente más de todo cuanto podemos pedir, ni aun pensar, según el poder que obra en nosotros,