De manera que hubo hambre sobre toda la haz de la tierra; y abrió José todos los depósitos, y vendió a los Egipcios; porque arreciaba el hambre en toda la tierra de Egipto.
Génesis 41:55 - Biblia Version Moderna (1929) Y cuando padecía hambre toda la tierra de Egipto, clamó el pueblo a Faraón por pan; y dijo Faraón a todos los Egipcios: Id a José; todo lo que él os dijere, hacedlo. Περισσότερες εκδόσειςBiblia Reina Valera 1960 Cuando se sintió el hambre en toda la tierra de Egipto, el pueblo clamó a Faraón por pan. Y dijo Faraón a todos los egipcios: Id a José, y haced lo que él os dijere. Biblia Nueva Traducción Viviente Con el tiempo, sin embargo, el hambre se extendió por toda la tierra de Egipto también. Cuando la gente reclamó alimento al faraón, él les dijo: «Vayan a ver a José y hagan todo lo que les diga». Biblia Católica (Latinoamericana) Cuando en Egipto se sintió el hambre, el pueblo pidió pan a gritos, y Faraón decía a todos los egipcios: 'Vayan a José y hagan lo que él les diga. La Biblia Textual 3a Edicion Y cuando tuvo hambre toda la tierra de Egipto, el pueblo clamó a Faraón por pan. Y dijo Faraón a todo Egipto: Id a José y haced lo que él os diga.° Biblia Serafín de Ausejo 1975 Cuando el hambre se hizo sentir en todo el país de Egipto y el pueblo clamaba al Faraón pidiendo pan, decía el Faraón a todos los egipcios: 'Id a José, y haced lo que él os diga'. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y cuando se sintió el hambre en toda la tierra de Egipto, el pueblo clamó a Faraón por pan. Y dijo Faraón a todos los egipcios: Id a José, y haced lo que él os dijere. |
De manera que hubo hambre sobre toda la haz de la tierra; y abrió José todos los depósitos, y vendió a los Egipcios; porque arreciaba el hambre en toda la tierra de Egipto.
Y era José el gobernador de la tierra; era él quien vendía el grano a todo el pueblo de la tierra. Vinieron pues los hermanos de José, y se le postraron rostro a tierra.
Todavía hablaba él, cuando, he aquí, una nube de luz que les cubrió; y he aquí una voz salía de la nube que decía: ¡Éste es mi amado Hijo, en quien tengo mi complacencia! ¡oídle a él!
Y he aquí una voz procedente de los cielos que decía: Este es mi amado Hijo, en quien tengo mi complacencia.
Y mi Dios suplirá toda necesidad vuestra, conforme a sus riquezas en gloria, en Cristo Jesús.