Y sucedió, mientras ella hablaba a José todos los días, y mientras él no le escuchaba para acostarse a su lado, ni para estar con ella,
Génesis 39:12 - Biblia Version Moderna (1929) Ella pues le cogió de su vestido, diciendo: ¡Acuéstate conmigo! Mas él dejó su vestido en mano de ella, y huyó, saliéndose fuera. Περισσότερες εκδόσειςBiblia Reina Valera 1960 Y ella lo asió por su ropa, diciendo: Duerme conmigo. Entonces él dejó su ropa en las manos de ella, y huyó y salió. Biblia Nueva Traducción Viviente Ella llegó, lo agarró del manto y le ordenó: «¡Vamos, acuéstate conmigo!». José se zafó de un tirón, pero dejó su manto en manos de ella al salir corriendo de la casa. Biblia Católica (Latinoamericana) La mujer lo agarró de la ropa diciendo: 'Vamos, acuéstate conmigo. Pero él, dejándole su ropa en la mano, salió afuera corriendo. La Biblia Textual 3a Edicion ella lo asió por su vestidura y le dijo: ¡Acuéstate conmigo!, pero él, dejando su vestidura en mano de ella, huyó y salió afuera. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Entonces ella le asió por la ropa, diciéndole: 'Acuéstate conmigo'. Pero él escapó fuera, dejando su vestido en manos de ella. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y ella lo asió por su ropa, diciendo: Acuéstate conmigo. Entonces él dejó su ropa en las manos de ella, y huyó y salió. |
Y sucedió, mientras ella hablaba a José todos los días, y mientras él no le escuchaba para acostarse a su lado, ni para estar con ella,
que cierto día en que él entró en casa para hacer su oficio, no había ninguno de los hombres de la casa allí dentro.
Y sucedió, cuando ella vió que le había dejado su vestido en la mano, y había huído fuera,
Mas él rehusó, y dijo a la mujer de su señor: He aquí, mi señor no se entiende conmigo acerca de lo que está en casa, y todo lo que tiene lo ha puesto en mi mano.
y se las presentó para que comiese. Pero él echó mano de ella, y le dijo: ¡Ven, acuéstate conmigo, hermana mía!
¡hijo mío, no vayas en el camino con ellos; aparta tu pie de su sendero!
y hallo una cosa más amarga que la muerte; es a saber, la mujer cuyo corazón no es más que lazos y redes, y cuyas manos son prisiones. Aquel que es bueno delante de Dios escapará de ella; pero el pecador será de ella prendido.
¶Mas huye de las pasiones juveniles, y sigue tras la justicia, la fe, el amor, la paz, con los que invocan al Señor con corazón puro.
¶Amados míos, os ruego, como a extranjeros y transeuntes, que os abstengáis de las concupiscencias carnales, las cuales guerrean contra el alma;
Y volviéndose Samuel para irse, asió Saúl de la falda de su manto, la cual rasgóse.