Y él la reconoció, y dijo: ¡La túnica de mi hijo es; alguna bestia feroz le habrá devorado! ¡sin duda ha sido despedazado José!
Génesis 38:26 - Biblia Version Moderna (1929) Y reconociólas Judá, y dijo: Más justa es ella que yo; por cuanto no la he dado a Sela mi hijo. Y no la volvió a conocer más. Περισσότερες εκδόσειςBiblia Reina Valera 1960 Entonces Judá los reconoció, y dijo: Más justa es ella que yo, por cuanto no la he dado a Sela mi hijo. Y nunca más la conoció. Biblia Nueva Traducción Viviente Judá los reconoció enseguida y dijo: —Ella es más justa que yo, porque no arreglé que ella se casara con mi hijo Sela. Y Judá nunca más volvió a acostarse con Tamar. Biblia Católica (Latinoamericana) Judá reconoció que eran suyos y dijo: 'Soy yo el culpable, y no Tamar, porque no le he dado a mi hijo Sela. Y no tuvo más relaciones con ella. La Biblia Textual 3a Edicion Entonces Judá los reconoció, y dijo: Es más justa que yo, porque no le di a mi hijo Sela. Pero nunca más la conoció.° Biblia Serafín de Ausejo 1975 Judá los reconoció, y dijo: 'Ella tiene más razón que yo; pues no la he dado a Selá mi hijo'. Pero nunca más la volvió a conocer. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Entonces Judá los reconoció, y dijo: Más justa es que yo, por cuanto no la he dado a Sela mi hijo. Y nunca más la conoció. |
Y él la reconoció, y dijo: ¡La túnica de mi hijo es; alguna bestia feroz le habrá devorado! ¡sin duda ha sido despedazado José!
Entonces ella quitó de sobre sí los vestidos de su viudez, y cubrióse de un velo, y tapándose bien se sentó a la entrada de Enaim, que estaba en el camino de Timnat: porque veía que Sela era ya hombre, y ella no le había sido dada por mujer.
Y EL hombre conoció a Eva su mujer; la cual concibió y dió a luz a Caín, y dijo: He adquirido hombre con ayuda de Jehová.
En efecto, extendieron para Absalom un pabellón sobre el terrado; y Absalom se llegó a las concubinas de su padre, a la vista de todo Israel.
¶Y cuando llegó David a su casa en Jerusalem, tomó el rey a las diez concubinas que había dejado para cuidar de la casa, y las puso en reclusión, y las sustentó; pero no se llegó más a ellas; y permanecieron encerradas hasta el día de su muerte, en viudez perpetua.
Y David, cuando vió al ángel que hería al pueblo, habló a Jehová, y dijo: ¡He aquí que yo he pecado, y yo he obrado perversamente! mas estas ovejas, ¿qué han hecho? ¡Yo te ruego que sea tu mano contra mí y contra la casa de mi padre!
Mas ahora te llega a ti la calamidad, y te desalientas; te toca, y estás desesperado.
Una vez he hablado, mas no responderé; y dos veces, pero no añadiré más palabra.
Tú también, pues, que has juzgado a tus hermanas, lleva tu propio vituperio. Con motivo de tus pecados en que has obrado más abominablemente que ellas, ellas se han mostrado más justas que tú: ¡avergüénzate pues tú también, y lleva tu vituperio, por cuanto has hecho aparecer como justas a tus hermanas!
Tú eres de ojos demasiado puros a para mirar el mal, ni puedes contemplar la iniquidad; ¿por qué pues contemplas inmoble a los que se portan traidoramente, y guardas silencio mientras el inicuo se traga al que es más justo que él,
Y ellos, cuando oyeron esto, salieron uno por uno, comenzando desde los mayores, hasta los postreros. Y Jesús fué dejado solo, y la mujer que se estaba de pie en medio.
La noche está muy avanzada, y el día se acerca; desechemos pues las obras de las tinieblas, y vistámonos las armas de la luz.
¶Mas sabemos que cuanto dice la ley, ella lo dice a los que están bajo la ley, para que toda boca enmudezca, y el mundo todo se tenga por reo delante de Dios.
Dijo también a David: Más justo eres tú que yo; porque tú me has recompensado con el bien, en tanto que yo te he recompensado con el mal.
Y tú has puesto de manifiesto el día de hoy cómo has obrado bien conmigo; pues cuando me entregó Jehová en tu mano, no me mataste.