Mas Jehová hirió a Faraón con grandes plagas, a él y a su casa, por causa de Sarai mujer de Abram.
Génesis 20:3 - Biblia Version Moderna (1929) Mas vino Dios a Abimelec, en sueños de la noche, y le dijo: ¡He aquí, muerto eres, por causa de la mujer que has tomado, porque es casada con marido! Περισσότερες εκδόσειςBiblia Reina Valera 1960 Pero Dios vino a Abimelec en sueños de noche, y le dijo: He aquí, muerto eres, a causa de la mujer que has tomado, la cual es casada con marido. Biblia Nueva Traducción Viviente Esa noche Dios se le apareció a Abimelec en un sueño y le dijo: —Eres hombre muerto, porque esa mujer que has tomado ¡ya está casada! Biblia Católica (Latinoamericana) Pero en la noche Dios habló a Abimelec en sueños y le dijo: 'Date por muerto a causa de esa mujer que has tomado, porque es casada. La Biblia Textual 3a Edicion Pero ’Elohim vino a Abimelec en un sueño aquella noche, y le dijo: He aquí, eres hombre muerto a causa de la mujer que tomaste, pues ella está casada y tiene marido. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Pero Dios vino a Abimélec en sueños durante la noche, y le dijo: 'Mira que vas a morir por causa de la mujer que has tomado, pues está casada'. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Pero Dios vino a Abimelec en sueños de noche, y le dijo: He aquí muerto eres a causa de la mujer que has tomado, la cual es casada con marido. |
Mas Jehová hirió a Faraón con grandes plagas, a él y a su casa, por causa de Sarai mujer de Abram.
Entonces Faraón llamó a Abram, y le dijo: ¿Qué es esto que has hecho conmigo? ¿Por qué no me declaraste que era tu mujer?
Ahora pues, devuelve la mujer de este hombre; porque es profeta, y orará por ti, para que vivas; mas si no la devolvieres, sabe que de seguro morirás tú, y todo lo tuyo.
Y soñó: y he aquí una escalera cuya base estaba en la tierra, y su cima tocaba en el cielo; y he aquí ángeles de Dios que subían y bajaban por ella:
Pero Dios vino a Labán siro en sueños de noche, y le dijo: ¡Guárdate de hablar con Jacob bien ni mal!
Y José soñó un sueño, y lo contó a sus hermanos; y ellos por esto le odiaron más todavía:
Y soñó aún otro sueño, y contólo a sus hermanos, diciendo: He aquí, he soñado otro sueño más; y he aquí que el sol y la luna y once estrellas se inclinaban ante mí.
Y el copero y el panadero del rey de Egipto, que estaban presos en la cárcel, soñaron sueños ambos a dos, cada uno su sueño en una misma noche, y cada cual conforme a la interpretación de su sueño.
Y le respondieron: Hemos soñado sueños, y no hay quien los interprete. Les respondió pues José: ¿No son de Dios las interpretaciones? ruégoos me los contéis.
Y habló Dios a Israel en visiones de la noche, diciendo: ¡Jacob! ¡Jacob! Y él respondió: Heme aquí.
no permitió que hombre alguno les hiciese agravio, y por su causa reprendió a reyes, diciendo:
En sueños de visiones nocturnas, cuando cae profundo sueño sobre los hombres, adormecidos sobre la cama,
para apartar al hombre de su mala obra; y así al hombre le quita la soberbia.
no permitió que hombre alguno les hiciese agravio; y por su causa reprendió a reyes, diciendo:
Y comenzó Jonás a entrar en la ciudad, andando jornada de un día: y predicó, diciendo: ¡De aquí a cuarenta días Nínive será destruída!
Entonces vino Dios a Balaam, y le dijo: ¿Quiénes son estos hombres que están contigo?
Pero mientras él pensaba en esto, he aquí, un ángel del Señor le apareció en sueños, diciendo: José, hijo de David, no tengas recelo en recibir a María tu mujer; porque lo que en ella es engendrado, del Espíritu Santo es.
Y estando él sentado en el tribunal, su mujer le envió recado, diciendo: Nada tengas que ver con ese justo; porque he padecido muchas cosas hoy en sueños a causa de él.