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Génesis 19:8 - Biblia Version Moderna (1929)

He aquí tengo dos hijas que no han conocido varón; os las sacaré fuera, si os place, y haréis con ellas como bien os pareciere; con tal que no hagáis nada a estos varones; por cuanto han entrado bajo la sombra de mi techo.

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Biblia Reina Valera 1960

He aquí ahora yo tengo dos hijas que no han conocido varón; os las sacaré fuera, y haced de ellas como bien os pareciere; solamente que a estos varones no hagáis nada, pues que vinieron a la sombra de mi tejado.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

Miren, tengo dos hijas vírgenes. Déjenme traerlas, y podrán hacer con ellas lo que quieran. Pero les ruego que dejen en paz a estos hombres, porque son mis huéspedes y están bajo mi protección.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

Miren, tengo dos hijas que todavía son vírgenes. Se las voy a traer para que ustedes hagan con ellas lo que quieran, pero dejen tranquilos a estos hombres que han confiado en mi hospitalidad.

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La Biblia Textual 3a Edicion

Mirad, os ruego, tengo dos hijas que no han conocido varón, voy a sacarlas a vosotros ahora y haced con ellas como bien os parezca, pero no hagáis nada a estos varones° que han venido a cobijarse bajo mi techo.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

Mirad, tengo dos hijas que no han conocido varón; os las sacaré fuera, y haced con ellas como bien os parezca. Pero no hagáis nada a estos hombres, puesto que se cobijaron a la sombra de mi techo'.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

He aquí ahora yo tengo dos hijas que no han conocido varón; os las sacaré fuera, y haced de ellas como bien os pareciere: solamente a estos varones no hagáis nada, pues que vinieron a la sombra de mi tejado.

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Génesis 19:8
12 Σταυροειδείς Αναφορές  

Y traeré un bocado de pan, y sustentaréis vuestro corazón; y después pasaréis adelante; por cuanto habéis pasado cerca de vuestro siervo. Y dijeron: Hazlo así, conforme has dicho.


Os ruego, hermanos míos, no hagáis esta maldad.


Entonces Rubén habló a su padre, diciendo: A dos de mis hijos harás morir, si no te le trajere. Entrégale en mi mano, y yo le haré volver a ti.


A lo cual respondió Aarón: No se encienda la ira de mi señor. Tú conoces a este pueblo, y sabes que es propenso al mal.


El que corrige al escarnecedor, trae sobre sí vituperio; y aquel que reprende al malvado, consigue para sí baldón.


¿No es repartir al hambriento tu pan, y que a los pobres que no tienen hogar, los acojas en tu casa; que cuando veas al desnudo, le cubras, y que no te retires desapiadadamente de tu misma carne?


porque no sabía lo que debía decir; pues estaban sobrecogidos de temor.


Y ¿por qué no decir, como somos infamados, y como algunos afirman que nosotros decimos: Hagamos el mal para que venga el bien? La condenación de los cuales es justa.


Salió pues a ellos el dueño de la casa, y les dijo: No, hermanos míos, no hagáis esta maldad, os lo ruego; ya que vino este hombre a mi casa, no hagáis esta cosa nefanda.


He aquí a mi hija, virgen, y la concubina de él; a éstas os sacaré, si os place, y humilladlas, haciendo con ellas como bien os pareciere; mas no hagáis a este hombre cosa tan nefanda.


Mas la cambronera respondió así a los árboles: Si de buena fe vosotros vais a ungirme a mí por rey sobre vosotros, venid, refugiaos bajo mi sombra; y si no, salga de la cambronera fuego que devore los cedros del Líbano.