Por lo cual pusieron sobre ellos comisarios de tributos serviles, a fin de oprimirlos con sus cargas: y edificaron ciudades de depósitos para Faraón, a saber, Pitom y Ramesés.
Éxodo 5:10 - Biblia Version Moderna (1929) ¶Salieron entonces los sobrestantes del pueblo y los capataces; y hablaron al pueblo, diciendo: Esto dice Faraón: No os daré paja; Περισσότερες εκδόσειςBiblia Reina Valera 1960 Y saliendo los cuadrilleros del pueblo y sus capataces, hablaron al pueblo, diciendo: Así ha dicho Faraón: Yo no os doy paja. Biblia Nueva Traducción Viviente Entonces los capataces y los jefes de cuadrilla salieron a informarle al pueblo: «El faraón dice lo siguiente: “Ya no les proporcionaré paja. Biblia Católica (Latinoamericana) Los capataces, pues, junto con sus secretarios israelitas, empezaron a apurar al pueblo: 'Así dice Faraón: No les daremos más paja. La Biblia Textual 3a Edicion Saliendo entonces los supervisores y los caporales del pueblo, hablaron al pueblo, y les dijeron: Así ha dicho Faraón: ¡Ya no os doy más paja! Biblia Serafín de Ausejo 1975 Salieron los capataces y los inspectores del pueblo y dijeron a la gente: 'Así ha hablado el Faraón: 'Ya no os daré más paja. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y saliendo los cuadrilleros del pueblo y sus gobernadores, hablaron al pueblo, diciendo: Así ha dicho Faraón: Yo no os doy paja. |
Por lo cual pusieron sobre ellos comisarios de tributos serviles, a fin de oprimirlos con sus cargas: y edificaron ciudades de depósitos para Faraón, a saber, Pitom y Ramesés.
Dijo también Jehová: He visto, he visto la aflicción de mi pueblo que está en Egipto, y he escuchado su clamor a causa de sus exactores; porque conozco sus dolores;
id vosotros mismos a coger la paja en dondequiera que la halléis; pero no se rebajará nada de vuestro trabajo.
¶Por lo cual mandó Faraón en aquel tiempo a los sobrestantes del pueblo y a los capataces, diciendo:
Recárguese el trabajo sobre los hombres, para que se ocupen en él, y no hagan caso de palabras mentirosas.
Cuando un gobernante atiende a las palabras mentirosas, todos sus servidores vienen a ser inicuos.
¡Cuán cargadas van las bestias del sur! Por una tierra de aflicción y de apretura, de donde son la leona y el león, la víbora y la serpiente ardiente voladora, llevan sobre tomos de pollinos sus riquezas, y sobre giba de camellos sus tesoros, a un pueblo que no les puede aprovechar.