Y asaron la pascua al fuego conforme al reglamento; mas las cosas santas las cocieron en ollas, y en calderos, y en cazuelas; y las repartieron en el acto entre todos los hijos del pueblo.
Éxodo 12:9 - Biblia Version Moderna (1929) No comeréis de ella cruda, ni cocida en agua, sino asada al fuego; tanto la cabeza del cordero como las piernas y las entrañas. Περισσότερες εκδόσειςBiblia Reina Valera 1960 Ninguna cosa comeréis de él cruda, ni cocida en agua, sino asada al fuego; su cabeza con sus pies y sus entrañas. Biblia Nueva Traducción Viviente No comerán nada de la carne ni cruda ni hervida en agua. Asarán al fuego el animal entero con la cabeza, las patas y las entrañas. Biblia Católica (Latinoamericana) No comerán nada de él crudo o hervido sino que lo comerán todo asado con su cabeza, sus patas y sus entrañas. La Biblia Textual 3a Edicion No comáis de él nada crudo ni hervido en agua, sino asado al fuego, tanto su cabeza como sus patas y sus entrañas. Biblia Serafín de Ausejo 1975 No comeréis nada crudo ni cocido, sino asado al fuego, con su cabeza, patas y entrañas. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Ninguna cosa comeréis de él cruda, ni cocida en agua, sino asada al fuego; su cabeza con sus pies y sus intestinos. |
Y asaron la pascua al fuego conforme al reglamento; mas las cosas santas las cocieron en ollas, y en calderos, y en cazuelas; y las repartieron en el acto entre todos los hijos del pueblo.
Y comerán la carne en aquella misma noche; asada al fuego, con panes ázimos, y con hierbas amargas la comerán.
Y tomarás todo el sebo que cubre los intestinos, y los lóbulos del hígado, y los dos riñones, con el sebo que está sobre ellos, y los harás consumir sobre el altar:
En seguida cortarás el carnero en sus debidos trozos, y habiendo lavado sus intestinos y sus piernas, los pondrás sobre sus trozos y sobre su cabeza;
MEM.- Desde lo alto ha enviado fuego en mis huesos, que prevalece contra ellos; ha tendido una red a mis pies; me ha vuelto hacia atrás; me ha dejado desolada, apesadumbrada todo el día.
y, después de lavados en agua los intestinos y las piernas, el sacerdote hará consumir el todo sobre el altar; holocausto es, ofrenda encendida de olor grato a Jehová.
Y la asarás, y la comerás en el lugar que escogiere Jehová tu Dios; luego, por la mañana, podrás volver otra vez a tus moradas.