De mi parte se da orden que todos los del pueblo de Israel, en mi reino, con sus sacerdotes y levitas, que de su espontánea voluntad quisieren ir a Jerusalem, vayan contigo:
Esdras 7:23 - Biblia Version Moderna (1929) Todo lo que es mandado por el Dios del cielo, sea puntualmente hecho para la Casa del Dios del cielo; pues ¿por qué ha de estallar la ira de Dios contra el reino del rey y de sus hijos? Περισσότερες εκδόσειςBiblia Reina Valera 1960 Todo lo que es mandado por el Dios del cielo, sea hecho prontamente para la casa del Dios del cielo; pues, ¿por qué habría de ser su ira contra el reino del rey y de sus hijos? Biblia Nueva Traducción Viviente Procuren proveer todo lo que el Dios del cielo exija para su templo, pues, ¿por qué hemos de correr el riesgo de provocar el enojo de Dios contra los dominios del rey y de sus hijos? Biblia Católica (Latinoamericana) Se ejecutará escrupulosamente cualquier orden del Dios del Cielo con respecto a su Casa, para que no se desate su cólera contra el reino del rey y de sus hijos. La Biblia Textual 3a Edicion Todo lo que es ordenado por el Dios de los cielos, sea hecho diligentemente para la Casa del Dios de los cielos, pues ¿por qué habría de encenderse la ira contra el reino del rey y de sus hijos? Biblia Serafín de Ausejo 1975 Todo lo que disponga el Dios del cielo concerniente al templo del Dios del cielo debe ser cumplido celosamente, no sea que su cólera venga sobre el reino, sobre el rey y sobre sus hijos. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Todo lo que es mandado por el Dios del cielo, sea hecho prestamente para la casa del Dios del cielo; pues, ¿por qué habría de ser su ira contra el reino del rey y de sus hijos? |
De mi parte se da orden que todos los del pueblo de Israel, en mi reino, con sus sacerdotes y levitas, que de su espontánea voluntad quisieren ir a Jerusalem, vayan contigo:
Y lo que a ti y a tus hermanos pareciere bueno hacer de la plata y del oro que sobrare, hacedlo así, conforme a la voluntad de vuestro Dios.
hasta cien talentos de plata, y hasta cien coros de trigo, y hasta cien batos de vino, y hasta cien batos de aceite, y de sal sin tasa.
Y ellos dijeron: El Dios de los Hebreos ha venido a encontrarse con nosotros: permite pues que vayamos camino de tres días en el desierto, y ofrezcamos sacrificios a Jehová, nuestro Dios; no sea que venga sobre nosotros con peste o con espada.
Y procurad la paz de la ciudad adonde os he hecho llevar cautivos, y rogad por ella a Jehová; porque en la paz de ella tendréis vosotros paz.
Y sucederá que en aquel día haré que sea Jerusalem una piedra pesada a todos los pueblos: todos los que cargaren con ella serán malamente lastimados; aunque se juntaren contra ella todas las naciones de la tierra.