No dañarán ni destruirán en todo mi santo monte; porque estará la tierra llena de conocimiento de Jehová, como las aguas cubren el mar.
Daniel 12:4 - Biblia Version Moderna (1929) Tú empero, oh Daniel, cierra estas palabras, y sella el libro hasta el tiempo del fin. Muchos correrán de aquí para allá, y la ciencia será aumentada. Περισσότερες εκδόσειςBiblia Reina Valera 1960 Pero tú, Daniel, cierra las palabras y sella el libro hasta el tiempo del fin. Muchos correrán de aquí para allá, y la ciencia se aumentará. Biblia Nueva Traducción Viviente Pero tú, Daniel, mantén en secreto esta profecía; sella el libro hasta el tiempo del fin, cuando muchos correrán de aquí para allá y el conocimiento aumentará. Biblia Católica (Latinoamericana) Tú, Daniel, guarda en secreto estas palabras, que sean como un libro sellado hasta el momento del fin; muchos buscaránS por aquí y por allá y la maldad irá en aumento. La Biblia Textual 3a Edicion Pero tú, Daniel, cierra las palabras y sella el rollo hasta el tiempo del fin. Muchos correrán de aquí para allá, y la ciencia será aumentada. Biblia Serafín de Ausejo 1975 'Pero tú, Daniel, guarda en secreto estas palabras y sella el libro hasta el tiempo del fin. Muchos lo estudiarán y aumentarán su conocimiento.' Biblia Reina Valera Gómez (2023) Pero tú Daniel, cierra las palabras y sella el libro hasta el tiempo del fin. Muchos correrán de un lado a otro, y la ciencia se aumentará. |
No dañarán ni destruirán en todo mi santo monte; porque estará la tierra llena de conocimiento de Jehová, como las aguas cubren el mar.
Y así toda visión os ha venido a ser como las palabras de un libro sellado, que se le da a uno que sabe leer, diciendo: Ruégote me leas esto; y responde: No puedo, porque está sellado:
También, la luz de la luna será como la luz del sol, y la luz del sol será septuplicada, como la luz de siete días; en el día en que vendare Jehová la contusión de su pueblo y sanare la llaga de su herida.
Y no se cerrarán los ojos de los que ven, y los oídos de los que oyen escucharán;
¡RECORRED las calles de Jerusalem, y mirad, y reconoced, y buscad por sus plazas, a ver si podéis encontrar un hombre; si hay uno solo que obre justicia, que busque la verdad; y yo la perdonaré!
EN el año tercero de Ciro rey de Persia, cierta cosa fué revelada a Daniel, a quien se le había dado el nombre de Beltsasar; y la cosa es verdadera, es decir, una guerra grande; y él entendió la cosa, y tuvo inteligencia de la visión.
Vengo pues para hacerte saber lo que ha de suceder a tu pueblo en los tiempos venideros; porque la visión se refiere a tiempos remotos aún.
Pero te voy a mostrar lo que está escrito en la Escritura de la verdad; y no hay ninguno que se esfuerce conmigo, contra aquellos, sino Miguel, vuestro príncipe.
Y los sabios de entre el pueblo instruirán a muchos; pero irán tropezando y cayendo, muchos días, a causa de la espada, de las llamas, del cautiverio y del saqueo.
¶Mas al tiempo del fin, arremeterá contra él el rey del Sur; pero el rey del Norte le arrebatará como una tempestad, con carros de guerra y gente de a caballo y muchas galeras: y entrará en las tierras; y lo inundará y lo arrollará todo.
Tú empero anda por tu camino hasta que llegue el fin: entretanto descansarás, y te levantarás al goce de tu herencia al fin de los días.
¶Entonces yo Daniel miré, y he aquí a otros dos que estaban en pie, el uno de esta parte a la ribera del río, y el otro de aquella parte a la ribera del río.
Mas él respondió: Anda, Daniel; que estas palabras están cerradas y selladas hasta el tiempo del fin.
Por lo cual él se acercó junto a donde yo estaba; y cuando se acercó, yo me despavorí, y caí sobre mi rostro. Pero él me dijo: Entiende, hijo del hombre, que para el tiempo del fin es la visión.
Entonces dijo: He aquí que te voy a enseñar lo que ha de ser en el fin de la indignación; porque eso es para el tiempo del fin:
Y la visión de la tarde y de la mañana que queda referida es verdadera; pero cierra tú la visión, porque es reservada para muchos días.
Y este evangelio del reino será predicado en toda la tierra habitada, para testimonio a todas las naciones; y entonces vendrá el fin.
Mas digo: ¿Acaso no oyeron? Sí, verdaderamente, su melodía ha salido por toda la tierra, y sus palabras hasta los extremos del mundo.
Y cuando hubieron hablado los siete truenos, yo iba a escribir, cuando oí una voz procedente del cielo, que decía: Sella las cosas que hablaron los siete truenos, y no las escribas.
¶Y díjome: No selles las palabras de la profecía de este libro; porque el tiempo está cerca.
Y VÍ en la diestra de aquel que estaba sentado sobre el trono, el rollo de un libro, escrito por dentro y por fuera, y cerrado apretadamente con siete sellos.