Y diréis también: He aquí, tu siervo Jacob viene en pos de nosotros. Porque decía: Aplacaré su ira con el presente que va delante de mí; después de esto veré su rostro; quizás me mirará benignamente.
Daniel 10:17 - Biblia Version Moderna (1929) ¿Cómo pues podrá el siervo de este mi señor hablar con este mi señor? que en cuanto a mí, al instante no fué dejado en mí esfuerzo, ni aliento siquiera se me ha quedado. Περισσότερες εκδόσειςBiblia Reina Valera 1960 ¿Cómo, pues, podrá el siervo de mi señor hablar con mi señor? Porque al instante me faltó la fuerza, y no me quedó aliento. Biblia Nueva Traducción Viviente ¿Cómo podría alguien como yo, tu siervo, hablar contigo, mi señor? Mis fuerzas se han ido y apenas puedo respirar. Biblia Católica (Latinoamericana) Soy sólo el servidor de mi señor, ¿cómo podré hablar a mi señor si estoy sin fuerzas y me falta el aliento?' La Biblia Textual 3a Edicion ¿Cómo, pues, podrá el siervo de mi señor hablar con mi señor? Porque al instante me faltó la fuerza, y no me ha quedado aliento. Biblia Serafín de Ausejo 1975 ¿Cómo podría, pues, este siervo de mi señor hablar a mi señor, si ya no tengo fuerza alguna y ni aun aliento me queda?'. Biblia Reina Valera Gómez (2023) ¿Cómo, pues, podrá el siervo de mi señor hablar con este mi señor? Porque al instante me faltó la fuerza, y no me ha quedado aliento. |
Y diréis también: He aquí, tu siervo Jacob viene en pos de nosotros. Porque decía: Aplacaré su ira con el presente que va delante de mí; después de esto veré su rostro; quizás me mirará benignamente.
Dijo además: Tú no podrás ver mi rostro; porque el hombre no puede verme y vivir.
Por manera que yo fuí dejado solo; y cuando ví esta gran visión, no quedó en mí esfuerzo, y mi lozanía se me demudó en palidez de muerte, y no retuve fuerza alguna.
¶Entonces Daniel, cuyo nombre es Beltsasar, fué aturdido por un momento, y sus pensamientos le espantaron. El rey pues respondió y dijo: ¡Oh Beltsasar, no te espante el sueño, ni su interpretación! Respondió Beltsasar, y dijo: ¡Señor mío, sea este sueño para los que te odian, y su interpretación para tus adversarios!
David mismo dice en el Espíritu Santo: Dijo el Señor a mi Señor: Siéntate a mi diestra, Hasta tanto que yo ponga a tus enemigos debajo de tus pies.
A Dios nadie jamás le ha visto: el Hijo unigénito, que está en el seno del Padre, él le ha dado a conocer.
Así vió Gedeón que era el Ángel de Jehová; y dijo Gedeón: ¡Ay de mí, Señor Jehová, porque he visto el Ángel de Jehová cara a cara!