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Apocalipsis 6:5 - Biblia Version Moderna (1929)

¶Y cuando abrió el tercer sello, oí al tercer ser viviente, que decía: ¡Ven! Y miré, y he aquí un caballo negro; y aquel que estaba sentado sobre él tenía una balanza en su mano.

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Biblia Reina Valera 1960

Cuando abrió el tercer sello, oí al tercer ser viviente, que decía: Ven y mira. Y miré, y he aquí un caballo negro; y el que lo montaba tenía una balanza en la mano.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

Cuando el Cordero rompió el tercer sello, oí que el tercer ser viviente decía: «¡Ven!». Levanté la vista y vi un caballo negro, y el jinete llevaba una balanza en la mano.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

Cuando abrió el tercer sello, oí gritar al tercer Ser Viviente: 'Ven. Esta vez el caballo era negro; el que lo montaba tenía una balanza en la mano.

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La Biblia Textual 3a Edicion

Cuando abrió el tercer sello, oí al tercer ser viviente, que decía: ¡Sal! Y miré, y he aquí un caballo negro, y el que lo montaba tenía una balanza en su mano.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

Cuando abrió el tercer sello, oí al tercer ser viviente que decía: 'Ven'. Miré y apareció un caballo negro; su jinete tenía una balanza en la mano.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

Y cuando abrió el tercer sello, oí al tercer ser viviente, que decía: Ven y mira. Y miré, y he aquí un caballo negro; y el que estaba sentado sobre él tenía una balanza en su mano.

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Apocalipsis 6:5
11 Σταυροειδείς Αναφορές  

Nuestra piel se ha quemado, como resecada en un horno, a causa del ardor del hambre.


Y la comida que tú comerás será del peso de veinte siclos al día; de tiempo en tiempo la comerás.


Y me dijo: Hijo del hombre, he aquí que voy a quebrar el báculo del pan en Jerusalem; de modo que comerán el pan por peso y con ansiedad, y beberán el agua por medida y con espanto;


Cuando yo os hubiere quebrado el báculo del pan, diez mujeres cocerán vuestro pan en un solo horno, y os devolverán vuestro pan por peso; y comeréis, mas no os saciaréis.


En el primer carro había caballos rojos; y en el carro segundo, caballos negros;


Los caballos negros que están en el carro segundo, salen hacia la tierra del Norte; y los blancos salen tras ellos; y los tordillos salen hacia la tierra del Sur.


Porque se levantará nación contra nación, y reino contra reino; y habrá hambres y terremotos por diferentes lugares.


Y díjome uno de los ancianos: ¡No llores! he aquí que el León de la tribu de Judá, la Raíz de David, ha prevalecido para abrir el libro, y para soltar sus siete sellos.


Y cantaban un cántico nuevo, diciendo: ¡Digno eres tú de tomar el libro, y de abrir sus sellos; porque fuiste inmolado, y has adquirido para Dios con tu misma sangre, hombres de toda tribu, y lengua, y pueblo, y nación;


Y VÍ cuando el Cordero abrió el primero de los siete sellos; y oí al primero de los cuatro seres vivientes, que decía, como con voz de trueno: ¡Ven!