Y midió su longitud, veinte codos, y la anchura veinte codos, haciendo frente al Templo; y me dijo: Este es el Lugar Santísimo.
Apocalipsis 21:16 - Biblia Version Moderna (1929) Y la ciudad es cuadrada, siendo su longitud igual a su anchura: y midió la ciudad con la vara, doce mil estadios. La longitud y la anchura y la altura son iguales. Περισσότερες εκδόσειςBiblia Reina Valera 1960 La ciudad se halla establecida en cuadro, y su longitud es igual a su anchura; y él midió la ciudad con la caña, doce mil estadios; la longitud, la altura y la anchura de ella son iguales. Biblia Nueva Traducción Viviente Cuando la midió se dio cuenta de que era cuadrada, que medía lo mismo de ancho que de largo. En realidad, medía 2220 kilómetros de largo, lo mismo de alto y lo mismo de ancho. Biblia Católica (Latinoamericana) La ciudad es un cuadrado: su longitud es igual a su anchura. Midió la ciudad con la caña, y tenía doce mil estadios. Su longitud, anchura y altura son iguales. La Biblia Textual 3a Edicion Y la ciudad está asentada en un cuadrado: su longitud, tanta como la anchura. Y midió la ciudad con la vara: doce mil estadios.° Su longitud, anchura y altura son iguales. Biblia Serafín de Ausejo 1975 La ciudad es de planta cuadrangular y tiene tanta longitud como anchura. Midió la ciudad con la caña, y tenía doce mil estadios. Su longitud, su anchura y su altura son iguales. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y la ciudad está situada y puesta en cuadro, y su longitud es tanta como su anchura; y él midió la ciudad con la caña, doce mil estadios: La longitud y la altura y la anchura de ella son iguales. |
Y midió su longitud, veinte codos, y la anchura veinte codos, haciendo frente al Templo; y me dijo: Este es el Lugar Santísimo.
Hacia los cuatro vientos midiólo; tenía el terreno un muro todo alrededor, de quinientas cañas de largo, y de quinientas de ancho, para hacer separación entre lo santo y lo común.
Habrá alrededor de ella diez y ocho mil cañas; y el nombre de la ciudad, desde aquel día en adelante, será JEHOVA-SAMMA.
Y el que hablaba conmigo tenía una vara de oro, para medir la ciudad, y sus puertas, y su muro.
Y midió el muro de ella, ciento cuarenta y cuatro codos, medida del hombre, es decir, del ángel.