Entonces volviéndose hacia atrás, los miró, y los maldijo en el nombre de Jehová: y salieron dos osas del bosque, que despedazaron de ellos cuarenta y dos muchachos.
Apocalipsis 13:2 - Biblia Version Moderna (1929) Y la bestia que ví era parecida a un leopardo, y sus pies eran como pies de oso, y su boca como boca de león : y dióle el dragón su poder y su trono, y grande autoridad. Περισσότερες εκδόσειςBiblia Reina Valera 1960 Y la bestia que vi era semejante a un leopardo, y sus pies como de oso, y su boca como boca de león. Y el dragón le dio su poder y su trono, y grande autoridad. Biblia Nueva Traducción Viviente Esta bestia se parecía a un leopardo, ¡pero tenía las patas de un oso y la boca de un león! Y el dragón le dio a la bestia su propio poder y trono y gran autoridad. Biblia Católica (Latinoamericana) La bestia que vi se parecía a un leopardo, aunque sus patas eran como las de un oso y su boca como de un león. El dragón le entregó su poder y su trono con un imperio inmenso. La Biblia Textual 3a Edicion La bestia que vi era semejante a un leopardo, pero sus pies eran como de oso, y su boca como boca de león.° Y el dragón le dio su poder y su trono, y una gran autoridad. Biblia Serafín de Ausejo 1975 La bestia que vi era semejante a una pantera, sus patas eran como de oso y sus fauces como fauces de león. El dragón le dio su poder y su trono y gran autoridad. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y la bestia que vi, era semejante a un leopardo, y sus pies como de oso, y su boca como boca de león. Y el dragón le dio su poder y su trono, y grande autoridad. |
Entonces volviéndose hacia atrás, los miró, y los maldijo en el nombre de Jehová: y salieron dos osas del bosque, que despedazaron de ellos cuarenta y dos muchachos.
¡Sálvame de la boca del león! Y ya me has oído, clamando desde los cuernos de los uros.
Mejor es el encontrarse alguno con una osa a quien le han robado los cachorros, que no con un insensato metido en sus sandeces.
Cual león rugiente y oso hambriento, es el inicuo que gobierna a un pueblo pobre.
Su rugido es como de leona, y ruge como los leoncillos, y brama, y agarra la presa, y se la lleva con seguridad, sin que haya libertador.
¿Puede acaso el etíope mudar su piel, o el leopardo sus manchas? entonces podréis vosotros también obrar bien, que estáis habituados a obrar mal.
Por tanto el león del bosque los mata; el lobo del desierto los saquea; el leopardo vigila en torno de sus ciudades; cualquiera que de ellas saliere, será despedazado: porque sus transgresiones son muchas, y son agravadas sus reincidencias.
En pos de Jehová andarán; el cual rugirá como león; porque en efecto rugirá, y sus hijos acudirán temblorosos desde el occidente.
Así dice Jehová: Así como un pastor arrebata de la boca del león dos piernas, o parte de una oreja, así serán librados los hijos de Israel, los que ahora se sientan en Samaria, en el ángulo de los sofáes, y en los lechos damasquinos.
cual si un hombre huyera de un león, y diese con un oso; o si entrara en una casa, y apoyara la mano en la pared, y le mordiese una culebra.
Sus caballos son más ligeros que leopardos, y más feroces son que los lobos nocturnos: sus jinetes se portan orgullosamente; también sus jinetes vienen de lejos: vuelan como águila que se apresura a devorar,
Mas el Señor estuvo conmigo, y me esforzó, para que por medio de mí la predicación fuese cumplidamente hecha, y para que oyesen todos los gentiles: y así yo fuí librado de la boca del león.
Sed sobrios, sed vigilantes; vuestro adversario el diablo, como león rugiente, anda en derredor, buscando a quien devorar:
¶Y cuando vió el dragón que había sido arrojado a la tierra, persiguió a la mujer que había dado a luz el niño varón.
¶Y la serpiente arrojó de su boca, tras la mujer, agua como un río, para hacer que la arrebatase la corriente.
Y fué arrojado el grande dragón, aquella serpiente antigua que es llamada el Diablo y Satanás, el cual engaña a todo el mundo; arrojado fué a la tierra, y sus ángeles fueron arrojados juntamente con él.
Y ejerce toda la autoridad de la primera bestia en su presencia. Y hace que la tierra y los que en ella habitan, adoren a la bestia primera, cuya herida mortal fué sanada.
y adoraron al dragón que había dado autoridad a la bestia; y adoraron a la bestia, diciendo: ¿Quién hay como la bestia? ¿y quién puede lidiar contra ella?
¶Y el quinto derramó su tazón sobre el trono de la bestia; y quedó su reino entenebrecido; y los hombres roían de dolor sus lenguas,
Y los diez cuernos que viste son diez reyes que aun no han recibido reino; mas recibirán autoridad como reyes, con la bestia, por una hora.
Y fué tomada la bestia, y con ella el falso profeta que había hecho prodigios en su presencia, con los cuales él había engañado a los que recibieron la marca de la bestia, y los que adoraban su imagen. Éstos dos fueron echados vivos en el lago de fuego que arde con azufre.
Yo conozco tus obras, y donde tú habitas, es a saber, donde está el trono de Satanás: y sin embargo tú mantienes mi nombre, y no has negado mi fe, ni aun en los días en que Antipas, mi fiel testigo, fué muerto entre vosotros, donde Satanás habita.
Y prendió al dragón, aquella serpiente antigua, que es el diablo y Satanás, y le ató por mil años,