Empero los hombres de Sodoma eran malos y pecadores en gran manera contra Jehová.
Apocalipsis 11:8 - Biblia Version Moderna (1929) Y sus cuerpos muertos yacerán en la plaza de la gran ciudad, que se llama simbólicamente Sodoma y Egipto, en donde también el Señor de ellos fué crucificado. Περισσότερες εκδόσειςBiblia Reina Valera 1960 Y sus cadáveres estarán en la plaza de la grande ciudad que en sentido espiritual se llama Sodoma y Egipto, donde también nuestro Señor fue crucificado. Biblia Nueva Traducción Viviente Y sus cuerpos quedarán tendidos en la calle principal de Jerusalén, la ciudad que simbólicamente se llama «Sodoma» y «Egipto», la ciudad en la cual su Señor fue crucificado. Biblia Católica (Latinoamericana) Ahora sus cadáveres están tendidos en la plaza de la Gran Ciudad, que los creyentes llaman Sodoma o Egipto, en la que también su Señor fue crucificado. La Biblia Textual 3a Edicion Y sus cadáveres yacerán° en la plaza° de la gran ciudad, que espiritualmente° se llama Sodoma,° y Egipto, donde también fue crucificado el Señor de ellos. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Sus cadáveres quedarán tendidos en la plaza de la gran ciudad que simbólicamente se llaman Sodoma y Egipto, donde también su Señor fue crucificado. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y sus cadáveres yacerán en la plaza de la gran ciudad, que espiritualmente es llamada Sodoma y Egipto, donde también nuestro Señor fue crucificado. |
Empero los hombres de Sodoma eran malos y pecadores en gran manera contra Jehová.
Entonces Jehová llovió sobre Sodoma y sobre Gomorra azufre y fuego de parte de Jehová desde los cielos;
¶Yo soy Jehová tu Dios, que te saqué de la tierra de Egipto, de la casa de servidumbre.
Dijo también Jehová: He visto, he visto la aflicción de mi pueblo que está en Egipto, y he escuchado su clamor a causa de sus exactores; porque conozco sus dolores;
El aspecto de su semblante testifica contra ellos; pues que publican su pecado como Sodoma; no lo encubren. ¡Ay de ellos! porque han allegado el mal para sí mismos.
Asimismo en los profetas de Jerusalem he visto cosa horrible: cometen adulterio, y andan en la mentira, y esfuerzan las manos de los malhechores para que ninguno se vuelva de su maldad: todos ellos se me han hecho como Sodoma, y los habitantes de esta tierra como Gomorra.
los cuales sacaron a Urías de Egipto, y le trajeron al rey Joaquim; el cual le hirió a espada, y arrojó su cadáver a las sepulturas de la gente común.
Y tu hermana mayor era Samaria, ella y sus hijas, que habitaban a tu izquierda; y tu hermana menor, la cual habitaba a tu derecha, era Sodoma y sus hijas.
He aquí que fué esta la iniquidad de tu hermana Sodoma: La soberbia, la hartura de pan y el reposo próspero, que tenía ella y sus hijas; y no apoyaba la mano del pobre y del menesteroso.
Y ella multiplicó sus fornicaciones, haciendo memoria de los días de su mocedad, cuando fornicaba en la tierra de Egipto,
Y así pondré término a tu execrable lascivia, y a tu fornicación traída de la tierra de Egipto; de modo que no alzarás más tus ojos a los ídolos, y no te acordarás más de Egipto.
las cuales fornicaron en Egipto; en su mocedad fornicaron. Allí fueron apretados sus pechos, y allí estrujadas las tetas de su virginidad.
Ni tampoco dejó sus fornicaciones traídas de Egipto; porque allí en su mocedad se acostaron con ella, y estrujaron las tetas de su virginidad, y derramaron sobre ella su fornicación.
¶Y me dijo: Hijo del hombre, estos huesos son toda la casa de Israel. He aquí que dicen: ¡Se han secado nuestros huesos, y ha perecido nuestra esperanza; somos enteramente cortados!
A algunos de vosotros he derribado como derribó Dios a Sodoma y Gomorra; y fuisteis los restantes como un tizón arrebatado de en medio del incendio: mas no os habéis convertido a mí, dice Jehová.
En verdad os digo, que será más llevadera la condena de la tierra de Sodoma y de Gomorra en el día del juicio, que la de aquella ciudad.
y caído a tierra, oyó una voz que le decía: ¡Saulo! ¡Saulo! ¿por qué me persigues?
Por lo cual también Jesús, para santificar al pueblo de Dios, con su propia sangre, padeció fuera de la puerta.
y después han caído en la apostasía, — imposible es renovarlos otra vez para arrepentimiento; habiendo ellos crucificado de nuevo para sí mismos al Hijo de Dios, y habiéndole expuesto a la ignominia pública.
y si tornó en cenizas las ciudades de Sodoma y Gomorra, y las condenó con destrucción, poniéndolas para escarmiento de los que después hubiesen de vivir impíamente,
¶Así como Sodoma y Gomorra, y las ciudades en torno de ellas, de la misma manera que éstos, habiéndose entregado a la fornicación, y yendo descaminados en pos de otra carne, nos están propuestas, como escarmiento, sufriendo el castigo de fuego eterno.
Y en aquella hora sucedió un gran terremoto, y cayó la décima parte de la ciudad, y fueron muertas en el terremoto siete mil personas; y los demás fueron atemorizados, y dieron gloria al Dios del cielo.
Y los de los pueblos y tribus y lenguas y naciones contemplan sus cadáveres tres días y medio, y no permiten que sus cadáveres sean sepultados.
Y fué pisado el lagar fuera de la ciudad; y del lagar salió sangre, que llegaba hasta los frenos de los caballos, por espacio de mil seiscientos estadios.
¶Y otro ángel, el segundo, le siguió, diciendo: ¡Caída, caída es la gran Babilonia, la cual ha hecho que todas las naciones beban del vino de la ira de su fornicación!
Y la gran ciudad fué dividida en tres partes, y las ciudades de las naciones cayeron: y la gran Babilonia vino en memoria delante de Dios, para que se le diese el cáliz del vino de su ira.
Y VINO uno de los siete ángeles que tenían los siete tazones, y habló conmigo, diciendo: Ven acá; te mostraré el juicio de la gran ramera, que está sentada sobre muchas aguas;
Y la mujer que tú viste es aquella gran ciudad, la cual tiene el imperio sobre los reyes de la tierra.
y en su frente tenía un nombre escrito: MISTERIO: BABILONIA LA GRANDE, MADRE DE LAS RAMERAS Y DE LAS ABOMINACIONES DE LA TIERRA.
estando ellos a lo lejos, por temor de su tormento, diciendo: ¡Ay, ay de aquella gran ciudad de Babilonia, de aquella ciudad poderosa; porque en una sola hora ha venido tu juicio!
y daban alaridos, al mirar el humo de su incendio, diciendo: ¿Qué ciudad hubo semejante a aquella gran ciudad?
Y clamó con poderosa voz, diciendo: ¡Caída, caída es la gran Babilonia, y ha venido a ser albergue de demonios, y guarida de todo género de espíritu inmundo, y encierro de toda ave inmunda y aborrecible!
¶Y un ángel poderoso alzó una piedra, como si fuese una gran piedra de molino, y arrojóla en el mar, diciendo: Así con caída espantosa será derribada Babilonia, aquella gran ciudad, y no será hallada más.
Y en ella fué hallada la derramada sangre de profetas, y de santos, y de todos los que han sido degollados en la tierra.