Además, ha calumniado a tu siervo delante de mi señor el rey: mas mi señor el rey es como un ángel de Dios: haz pues lo que sea bueno a tus ojos.
2 Samuel 9:13 - Biblia Version Moderna (1929) De esta suerte Mefiboset permaneció habitando en Jerusalem, porque comía siempre a la mesa del rey; y era cojo de ambos pies. Περισσότερες εκδόσειςBiblia Reina Valera 1960 Y moraba Mefi-boset en Jerusalén, porque comía siempre a la mesa del rey; y estaba lisiado de ambos pies. Biblia Nueva Traducción Viviente Y Mefiboset, quien estaba lisiado de ambos pies, vivía en Jerusalén y comía a la mesa del rey. Biblia Católica (Latinoamericana) pero Meribaal residía en Jerusalén donde todos los días comía a la mesa del rey. Era tullido de ambas piernas. La Biblia Textual 3a Edicion Pero Mefi-boset, que estaba tullido de ambos pies, moraba en Jerusalem, porque comía siempre a la mesa del rey. Biblia Serafín de Ausejo 1975 pero Meribaal residía en Jerusalén, pues comía siempre a la mesa del rey. Estaba tullido de ambos pies. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y moraba Mefiboset en Jerusalén, porque comía siempre a la mesa del rey; y era cojo de ambos pies. |
Además, ha calumniado a tu siervo delante de mi señor el rey: mas mi señor el rey es como un ángel de Dios: haz pues lo que sea bueno a tus ojos.
¶Y Jonatán hijo de Saúl tenía un hijo lisiado de los pies. De cinco años era cuando vino de Jezreel la infausta noticia de Saúl y de Jonatán; y su ama le alzó en brazos, y echó a huir; mas sucedió que como ella huía con sobresalto, él cayó, y quedó cojo. Y era su nombre Mefiboset.
Y tenía Mefiboset un hijo jovencito, que se llamaba Mica: y todos los que moraban en la casa de Siba eran siervos de Mefiboset.
Dijo pues el rey: ¿Queda todavía persona de la casa de Saúl, para que yo le haga grande merced? Y Siba respondió al rey: Todavía queda un hijo de Jonatán, lisiado de los pies.
Y le dijo David: No temas; porque ciertamente te he de hacer merced, por amor de Jonatán tu padre; también te restituiré todas las tierras de Saúl tu padre; y comerás pan siempre a mi mesa.
Y mudóle su traje de cárcel; y Joaquín comió pan en su presencia siempre, todos los días de su vida.