Dijo entonces tu sierva: Ruégote que la respuesta de mi señor el rey sea tranquilizadora; puesto que como un ángel de Dios, así es mi señor el rey para entenderse en lo bueno y lo malo. ¡Y Jehová tu Dios sea contigo!
2 Samuel 14:18 - Biblia Version Moderna (1929) ¶Entonces respondió el rey, y dijo a la mujer: Ruégote que no me encubras una cosa que voy a preguntarte. A lo que dijo la mujer: Ruégote que hable mi señor el rey. Περισσότερες εκδόσειςBiblia Reina Valera 1960 Entonces David respondió y dijo a la mujer: Yo te ruego que no me encubras nada de lo que yo te preguntare. Y la mujer dijo: Hable mi señor el rey. Biblia Nueva Traducción Viviente —Tengo que saber algo —le dijo el rey—, y dime la verdad. —¿Sí, mi señor el rey? —respondió ella. Biblia Católica (Latinoamericana) El rey respondió a la mujer: 'No me ocultes nada y respóndeme esta pregunta'. La mujer le dijo: 'Hable mi señor rey'. La Biblia Textual 3a Edicion Y el rey respondió y dijo a la mujer: No me ocultes ahora nada de lo que te voy a preguntar. Y la mujer dijo: Ruego a mi señor el rey que hable. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Respondió entonces el rey a la mujer: 'No me ocultes nada de lo que te voy a preguntar'. La mujer le contestó: '¡Dígnese hablar el rey, mi señor!'. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Entonces él respondió, y dijo a la mujer: Yo te ruego que no me encubras nada de lo que yo te preguntare. Y la mujer dijo: Hable mi señor el rey. |
Dijo entonces tu sierva: Ruégote que la respuesta de mi señor el rey sea tranquilizadora; puesto que como un ángel de Dios, así es mi señor el rey para entenderse en lo bueno y lo malo. ¡Y Jehová tu Dios sea contigo!
Dijo pues el rey: ¿Está contigo la mano de Joab en todo esto? Y respondiendo la mujer, le dijo: ¡Vive tu alma! oh rey, señor mío, que ninguno puede apartarse a la derecha ni a la izquierda de todo cuanto ha dicho mi señor el rey; porque tu siervo Joab, él mismo me dió orden, y él mismo puso en boca de tu sierva todas estas palabras.
¶Entonces envió el rey Sedequías y trajo a sí al profeta Jeremías, al tercer pasadizo que había en la Casa de Jehová; y dijo el rey a Jeremías: Te voy a preguntar una cosa; no encubras de mí nada.
Y si los príncipes llegaren a saber que yo he hablado contigo, y vinieren a ti, y te dijeren: Rogámoste nos digas lo que dijiste al rey, (no lo encubras de nosotros, y no te haremos morir); también lo que a ti te dijo el rey;