Y respondió el rey a Absalom: No, hijo mío, no vayamos todos, por no serte una carga pesada. Y porfió con él; mas él no quiso ir; pero le bendijo.
2 Samuel 13:26 - Biblia Version Moderna (1929) Dijo entonces Absalom: Pues si no, ruégote que vaya con nosotros mi hermano Amnón. A lo cual le respondió el rey: ¿Para qué ha de ir él contigo? Περισσότερες εκδόσειςBiblia Reina Valera 1960 Entonces dijo Absalón: Pues si no, te ruego que venga con nosotros Amnón mi hermano. Y el rey le respondió: ¿Para qué ha de ir contigo? Biblia Nueva Traducción Viviente —Bien —le dijo al rey—, si no puedes ir, ¿por qué no envías a mi hermano Amnón con nosotros? —¿Por qué a Amnón? —preguntó el rey. Biblia Católica (Latinoamericana) Absalón le dijo entonces: '¡De acuerdo, pero al menos acepta que venga conmigo mi hermano Amnón'. El rey le respondió: '¿Por qué tiene que ir contigo?' La Biblia Textual 3a Edicion Entonces Absalón dijo: Si no, te ruego que venga con nosotros mi hermano Amnón. Y el rey le dijo: ¿Por qué ha de ir contigo? Biblia Serafín de Ausejo 1975 Le dijo entonces Absalón: 'Pues al menos, que venga con nosotros mi hermano Amnón'. A lo que respondió el rey: '¿Para qué ha de ir contigo?'. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Entonces dijo Absalón: Si no, te ruego que venga con nosotros Amnón mi hermano. Y el rey le respondió: ¿Para qué ha de ir contigo? |
Y respondió el rey a Absalom: No, hijo mío, no vayamos todos, por no serte una carga pesada. Y porfió con él; mas él no quiso ir; pero le bendijo.
Instóle empero Absalom, de modo que envió a Amnón con él, y también a todos los hijos del rey.
Entonces dijo Joab a Amasa: ¿Te va bien, hermano mío? Y Joab con la mano derecha asió de la barba de Amasa, para besarle.
Volvió pues Abner a Hebrón; y Joab le llamó aparte en medio de la puerta para hablar con él privadamente: e hirióle allí en el vientre, de modo que murió, por la sangre de Asael su hermano.
Los dichos de su boca son más blandos que manteca; pero hay guerra en su corazón: sus palabras son más suaves que el aceite; mas ellas son espadas desenvainadas.
El que odia, disimula con sus labios; pero en su interior maquina los engaños;
Por tanto, así dice Jehová de los Ejércitos: He aquí que a los derretiré, y los ensayaré; ¿pues qué otra cosa habré de hacer a causa de la hija de mi pueblo?