Y cuando aquella mujer de Tecoa habló al rey, cayó en tierra sobre su rostro, haciendo reverencia, y dijo ¡Socorro, oh rey!
2 Reyes 8:3 - Biblia Version Moderna (1929) Y aconteció que al fin de los siete años, volvió la mujer del país de los Filisteos; y salió a reclamar ante el rey su casa y su campo. Περισσότερες εκδόσειςBiblia Reina Valera 1960 Y cuando habían pasado los siete años, la mujer volvió de la tierra de los filisteos; después salió para implorar al rey por su casa y por sus tierras. Biblia Nueva Traducción Viviente Una vez que pasó el hambre, la mujer regresó de la tierra de los filisteos y fue a ver al rey para recuperar su casa y sus tierras. Biblia Católica (Latinoamericana) Al cabo de los siete años, volvió la mujer del territorio de los filisteos y fue a reclamar al rey su casa y su campo. La Biblia Textual 3a Edicion Y sucedió al cabo de siete años que la mujer volvió de la tierra de los filisteos, y salió para implorar al rey por su casa, y por su terreno. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Al cabo de los siete años, volvió la mujer del país de los filisteos y se presentó al rey para reclamar su casa y su campo. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y aconteció que cuando habían pasado los siete años, la mujer volvió de la tierra de los filisteos y fue a clamar al rey por su casa y por sus tierras. |
Y cuando aquella mujer de Tecoa habló al rey, cayó en tierra sobre su rostro, haciendo reverencia, y dijo ¡Socorro, oh rey!
Entonces Eliseo le dijo a él: Quiero que le digas de mi parte: He aquí, te has afanado por nosotros con todo este esmero; ¿qué hay pues que hacer por ti? ¿Has menester que yo hable por ti al rey, o al jefe del ejército? A lo cual ella respondió: En medio de mi propio pueblo yo habito.
Y aconteció que un día el rey de Israel iba pasando sobre el muro, cuando una mujer clamó a él, diciendo: ¡Socorro, oh rey, señor mío!
Levantóse entonces la mujer, e hizo conforme al dicho del varón de Dios; pues se fué, ella y su casa, y habitó en el país de los Filisteos siete años.
Y el rey estaba hablando con Giezi, criado del varón de Dios, y le había dicho: Ruégote me refieras todas las maravillas que ha hecho Eliseo.
En seguida le preguntó el rey a la mujer, y ella se lo contó. Entonces el rey le señaló cierto camarero, diciendo a éste: Haz que se le restituya todo lo suyo, con todos los frutos de su campo, desde el día que dejó el país hasta ahora.
Mantuvo la causa del pobre y del desvalido; por eso le fué bien. ¿No fué esto conocerme a mí? dice Jehová.
Salió pues del lugar donde había estado, y sus dos nueras con ella; e iban andando en el camino para volver a la tierra de Judá.