Y los Siros habían salido en guerrillas, y habían traído cautiva de la tierra de Israel una jovencita, la cual asistía á la mujer de Naamán.
2 Reyes 5:3 - Biblia Version Moderna (1929) Y dijo un día a su señora: ¡Ojalá que mi amo se presentara delante del profeta que hay en Samaria! pues él le sanaría de su lepra. Περισσότερες εκδόσειςBiblia Reina Valera 1960 Esta dijo a su señora: Si rogase mi señor al profeta que está en Samaria, él lo sanaría de su lepra. Biblia Nueva Traducción Viviente Cierto día, la muchacha le dijo a su señora: «Si mi amo tan solo fuera a ver al profeta de Samaria; él lo sanaría de su lepra». Biblia Católica (Latinoamericana) Ella dijo a su patrona: '¡Ojalá mi señor se presentara al profeta que hay en Samaria, pues él le sanaría lalepra!' La Biblia Textual 3a Edicion Y ella dijo a su señora: ¡Ojalá estuviera mi señor con el profeta que está en Samaria! Entonces lo libraría de su lepra. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Y ella dijo a su señora: '¡Ah! Si mi señor se presentara a un profeta que hay en Samaría, él lo curaría de la lepra'. Biblia Reina Valera Gómez (2023) dijo a su señora: Si rogase mi señor al profeta que está en Samaria, él lo sanaría de su lepra. |
Y los Siros habían salido en guerrillas, y habían traído cautiva de la tierra de Israel una jovencita, la cual asistía á la mujer de Naamán.
Y entró alguno y se lo avisó a su señor, diciendo: Así y así ha dicho la muchacha que vino de la tierra de Israel.
¶Mas aconteció que cuando Eliseo, el varón de Dios, supo que el rey de Israel había rasgado sus vestidos, envió al rey, diciendo: ¿Por qué has rasgado tus vestidos? Ruégote venga él a mí, y sabrá que hay profeta en Israel.
Pero Moisés le respondió: ¿Eres celoso por mi causa? antes bien ¡ojalá que todo el pueblo de Jehová fuesen profetas, y que pusiera Jehová su Espíritu sobre ellos!
los ciegos reciben la vista, los cojos andan, los leprosos son limpiados, los sordos oyen, los muertos son resucitados, y a los pobres es predicado el evangelio;
A lo que dijo Pablo: Pluguiera a Dios, que con poco, o con mucho, no solo tú, sino todos cuantos me oyen hoy, llegasen a ser tales cuales yo soy, salvo estas prisiones.
Ya estáis saciados; ya os habéis enriquecido; sin nosotros habéis llegado a reinar: y yo quisiera que en efecto reinaseis, para que nosotros también reinásemos con vosotros.