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2 Crónicas 7:2 - Biblia Version Moderna (1929)

Y no podían los sacerdotes entrar en la Casa de Jehová, porque la gloria de Jehová había henchido la Casa de Jehová.

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Biblia Reina Valera 1960

Y no podían entrar los sacerdotes en la casa de Jehová, porque la gloria de Jehová había llenado la casa de Jehová.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

Los sacerdotes no podían entrar en el templo del Señor porque la gloriosa presencia del Señor lo llenaba.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

Los sacerdotes no podían entrar en la Casa de Yavé, porque su Gloria la llenaba.

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La Biblia Textual 3a Edicion

Y los sacerdotes no pudieron entrar en la Casa de YHVH, porque la gloria de YHVH había llenado la Casa de YHVH.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

Los sacerdotes no podían entrar en el templo de Yahveh, porque la gloria de Yahveh lo había llenado.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

Y no podían entrar los sacerdotes en la casa de Jehová, porque la gloria de Jehová había llenado la casa de Jehová.

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2 Crónicas 7:2
7 Σταυροειδείς Αναφορές  

Y sucedió que cuando los sacerdotes hubieron salido del Santuario, la nube llenó la Casa de Jehová:


aconteció pues, cuando estaban unánimes los trompetas y los cantores para hacer resonar un solo sonido, alabando y dando gracias a Jehová, que, como iban alzando la voz con las trompetas y con los címbalos y otros instrumentos de música, en medio de su alabar a Jehová, diciendo: Porque es bueno, porque para siempre es su misericordia, entonces mismo la Casa se llenó de una nube, es decir, la Casa de Jehová;


y no podían los sacerdotes permanecer para ministrar, a causa de la nube; porque la gloria de Jehová había henchido la Casa de Jehová.


Jehová, he amado la Casa donde tú habitas, y el lugar de la morada de tu gloria.


Y era la apariencia de la gloria de Jehová como un fuego devorador sobre la cumbre del monte, a los ojos de los hijos de Israel.


Entonces yo dije: ¡Ay de mí, pues soy perdido! porque soy hombre de labios inmundos, y en medio de un pueblo de labios inmundos habito; por cuanto mis ojos han visto al Rey, a Jehová de los Ejércitos.


Y llenóse el templo del humo procedente de la gloria de Dios y de su poder: y nadie pudo entrar en el templo, hasta que se hubiesen cumplido las siete plagas de los siete ángeles.