Y tenía treinta hijos, que cabalgaban en treinta pollinos; y tenían treinta ciudades, que se llaman Villas de Jaír hasta el día de hoy; las cuales están en la tierra de Galaad.
1 Samuel 9:3 - Biblia Version Moderna (1929) Y habíanse perdido unas asnas de Cis padre de Saúl; por lo cual Cis dijo a Saúl su hijo: Ruégote tomes contigo uno de los mozos, y te levantes, y busques las asnas. Περισσότερες εκδόσειςBiblia Reina Valera 1960 Y se habían perdido las asnas de Cis, padre de Saúl; por lo que dijo Cis a Saúl su hijo: Toma ahora contigo alguno de los criados, y levántate, y ve a buscar las asnas. Biblia Nueva Traducción Viviente Cierto día, los burros de Cis se extraviaron, y él le dijo a Saúl: «Lleva a un siervo contigo y ve a buscar los burros». Biblia Católica (Latinoamericana) Como se perdieran las burras de Quis, el padre de Saúl, aquél dijo a su hijo Saúl: 'Llévate contigo a uno de los sirvientes y anda a buscar las burras'. La Biblia Textual 3a Edicion Y las asnas de Cis, el padre de Saúl, se habían perdido, por lo cual dijo Cis a su hijo Saúl: Toma ahora contigo a uno de los criados, levántate, y ve en busca de las asnas. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Habíanse extraviado unas asnas de Quis, padre de Saúl, por lo que Quis dijo a su hijo Saúl: 'Toma contigo a uno de los criados y vete a buscar las asnas'. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y se habían perdido las asnas de Cis, padre de Saúl; por lo que dijo Cis a Saúl su hijo: Toma ahora contigo alguno de los criados, y levántate, y ve a buscar las asnas. |
Y tenía treinta hijos, que cabalgaban en treinta pollinos; y tenían treinta ciudades, que se llaman Villas de Jaír hasta el día de hoy; las cuales están en la tierra de Galaad.
Los que cabalgáis en asnas blancas, los que os sentáis sobre alfombras, y los que andáis seguros por el camino, ¡cantad!
Y el tío de Saúl les preguntó a él y a su criado: ¿A dónde habéis ido? A lo cual él respondió: Fuimos a buscar las asnas; y cuando vimos que no parecían, acudimos a Samuel.
Cuando te hayas separado hoy de mí, encontrarás dos hombres junto al sepulcro de Raquel, en la frontera de Benjamín, en Selsa, los cuales te dirán: Ya son halladas las asnas que fuiste a buscar; y he aquí que tu padre desechado ya el cuidado que tenía por las asnas, se afana por vosotros, diciendo: ¿Qué haré acerca de mi hijo?
el cual tenía un hijo que se llamaba Saúl, mancebo gallardo y hermoso: no había entre los hijos de Israel hombre de mejor presencia que él: desde los hombros arriba descollaba sobre todo el pueblo.
Mas en cuanto a las asnas que se te perdieron tres días ha, no tengas cuidado por ellas, que ya son halladas; ¿y para quién es la dignidad más codiciada en Israel? ¿no es para ti y para toda la casa de tu padre?
Atravesaron pues la serranía de Efraim, y pasaron por el país de Saalim, mas no las hallaron. En seguida pasaron por el país de Saalim; y no parecieron. Luego pasaron por el país de los Benjamitas, mas no las encontraron.