Y Sarai dijo a Abram: Mi agravio recaiga sobre ti; yo puse mi sierva en tu seno, mas viendo ella que ha concebido, soy despreciada en sus ojos. Juzgue Jehová entre mí y ti.
1 Samuel 24:16 - Biblia Version Moderna (1929) ¶Y fué así que como acabase David de hablar a Saúl estas palabras, le dijo Saúl: ¿Es ésta tu voz, hijo mío, David? Y alzó Saúl su voz y lloró. Περισσότερες εκδόσειςBiblia Reina Valera 1960 Y aconteció que cuando David acabó de decir estas palabras a Saúl, Saúl dijo: ¿No es esta la voz tuya, hijo mío David? Y alzó Saúl su voz y lloró, Biblia Nueva Traducción Viviente Cuando David terminó de hablar, Saúl le respondió: —¿Realmente eres tú, David, hijo mío? Enseguida comenzó a llorar Biblia Católica (Latinoamericana) Que Yavé juzgue entre tú y yo. Que él examine y asuma mi defensa, que me haga justicia y me libre de tu mano'. La Biblia Textual 3a Edicion Y cuando David hubo terminado de decir esas palabras a Saúl, aconteció que Saúl dijo: ¿Es esta tu voz, hijo mío David? Entonces Saúl alzó su voz y lloró. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Que Yahveh sea juez y sentencie entre tú y yo. Que él examine y defienda mi causa, y que me haga justicia librándome de tu mano'. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y aconteció que, cuando David acabó de decir estas palabras a Saúl, Saúl dijo: ¿No es esta la voz tuya, hijo mío David? Y alzando Saúl su voz lloró. |
Y Sarai dijo a Abram: Mi agravio recaiga sobre ti; yo puse mi sierva en tu seno, mas viendo ella que ha concebido, soy despreciada en sus ojos. Juzgue Jehová entre mí y ti.
Y el día séptimo había acabado Dios su obra que hizo; y descansó en el día séptimo de toda la obra que había hecho.
Esaú empero corrió a recibirle, y abrazóle, y echóse sobre su cuello y le besó; y lloraron.
Entonces el Espíritu revistió a Amasai, jefe de los treinta, el cual respondió: ¡Tuyos somos, oh David, y contigo estamos, hijo de Isaí! ¡Paz, paz a ti, y paz a tus ayudadores; porque tu Dios te ayuda! Entonces David los recibió, y los puso entre los jefes de su tropa.
¡Cuán eficaces son las palabras rectas!¿mas qué es lo que reprende vuestra censura?
LA respuesta suave aparta el enojo; mas la palabra áspera atiza la ira.
Como manzanas de oro en canastillos de plata, es la palabra que se dice oportunamente.
porque yo os daré boca y sabiduría que todos vuestros adversarios no podrán contrarrestar, ni contradecir.
Mas no podían contrarrestar la sabiduría y el espíritu con que hablaba.
Yo pues no he pecado contra ti, mas tú me haces a mí agravio, peleando contra mí. ¡Jehová, el Juez, juzgue hoy entre los hijos de Israel y los hijos de Ammón!
Y conoció Saúl la voz de David, y dijo: ¿Es ésta tu voz, hijo mío, David? Y respondió David: Mi voz es, señor mío, ¡oh rey!
Y, he aquí, del modo que fué preciosa tu vida hoy a mis ojos, así sea preciosa mi vida a los ojos de Jehová; y ¡él me libre de toda adversidad!