Y David estaba a la sazón en el lugar fuerte, y una guarnición de los Filisteos ocupaba entonces a Bet-lehem.
1 Samuel 22:5 - Biblia Version Moderna (1929) ¶Y dijo el profeta Gad a David: No te quedes más en este lugar fuerte; anda, y véte a la tierra de Judá. Partió pues David, y fué al bosque de Heret. Περισσότερες εκδόσειςBiblia Reina Valera 1960 Pero el profeta Gad dijo a David: No te estés en este lugar fuerte; anda y vete a tierra de Judá. Y David se fue, y vino al bosque de Haret. Biblia Nueva Traducción Viviente Un día el profeta Gad dijo a David: «Deja la fortaleza y vuelve a la tierra de Judá». Entonces David fue al bosque de Haret. Biblia Católica (Latinoamericana) El profeta Gad dijo un día a David: 'No te quedes en ese refugio, vuelve al territorio de Judá'. David salió de allí y llegó al bosque de Jeret. La Biblia Textual 3a Edicion Pero el profeta Gad dijo a David: No habites en la fortaleza. Ve y entra a la tierra de Judá. Y David partió y llegó al bosque de Haret. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Dijo entonces el profeta Gad a David: 'No te quedes en la fortaleza, vete y vuélvete al país de Judá'. David se fue y se refugió en el bosque de Jéret. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y el profeta Gad dijo a David: No te quedes en la fortaleza, vete, y entra en tierra de Judá. Y David se fue, y vino al bosque de Haret. |
Y David estaba a la sazón en el lugar fuerte, y una guarnición de los Filisteos ocupaba entonces a Bet-lehem.
Y cuando se levantó David por la mañana, Gad profeta, vidente de David, tuvo revelación de Jehová, que decía:
Y David estaba a la sazón en el lugar fuerte, y una guarnición de los Filisteos ocupaba entonces a Bet-lehem.
Y las cosas del rey David, las primeras y las postreras, he aquí que están escritas en la historia del vidente Samuel, y en la historia de Natán profeta, y en la historia de Gad vidente;
En seguida colocó a los levitas en la Casa de Jehová con címbalos y con salterios y con arpas, de conformidad con la ordenanza de David, y de Gad vidente del rey, y de Natán profeta; pues de Jehová fué ese mandamiento, por mano de sus profetas.
¡OH Dios, Dios mío eres tú! ¡de madrugada te buscaré! ¡mi alma tiene sed de ti; mi carne suspira por ti, en tierra seca y sedienta, donde no hay aguas;
Y los presentó delante del rey de Moab; y ellos se quedaron con él todo el tiempo que estuvo David en el lugar fuerte.