Y con Absalom fueron de Jerusalem doscientos hombres, que habían sido convidados; mas iban con sencillez, sin saber nada.
1 Samuel 16:3 - Biblia Version Moderna (1929) Y convidarás a Isaí al sacrificio; y yo te haré saber lo que has de hacer, para que me unjas a aquel que yo te dijere. Περισσότερες εκδόσειςBiblia Reina Valera 1960 Y llama a Isaí al sacrificio, y yo te enseñaré lo que has de hacer; y me ungirás al que yo te dijere. Biblia Nueva Traducción Viviente Invita a Isaí al sacrificio, y te mostraré a cuál de sus hijos ungirás para mí. Biblia Católica (Latinoamericana) Invitarás al sacrificio a Jesé, y yo te daré a conocer lo que tienes que hacer: me consagrarás al que te mostraré'. La Biblia Textual 3a Edicion E invitarás a Isaí al sacrificio, y Yo te haré saber lo que has de hacer, y ungirás al que Yo te diga. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Invitarás a Jesé al sacrificio, y yo te daré a conocer lo que has de hacer: ungirás para mí a aquel que yo te diga'. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y llama a Isaí al sacrificio, y yo te enseñaré lo que has de hacer; y me ungirás al que yo te diga. |
Y con Absalom fueron de Jerusalem doscientos hombres, que habían sido convidados; mas iban con sencillez, sin saber nada.
y allí el sacerdote Sadoc y el profeta Natán le ungirán por rey sobre Israel; y tocaréis trompeta, y diréis: ¡Viva el rey Salomón!
Así pues vinieron todos los ancianos de Israel al rey, a Hebrón; y el rey David hizo pacto con ellos en Hebrón delante de Jehová; y ellos ungieron a David por rey sobre Israel, conforme a la palabra de Jehová por conducto de Samuel.
Tú pues le hablarás a él, y pondrás las palabras en su boca; y yo estaré con tu boca y con su boca, y os enseñaré lo que habéis de hacer.
Y él, temblando y atónito, dijo: Señor, ¿qué quieres que yo haga? Y el Señor le dijo:] Levántate, y entra en la ciudad, y allí te será dicho lo que debas hacer.
Como a estas horas el día de mañana te enviaré un hombre del país de Benjamín, a quien ungirás por príncipe sobre mi pueblo Israel, y él salvará a mi pueblo de mano de los Filisteos; porque he mirado propicio a mi pueblo, por cuanto ha llegado a mí su clamor.