Y Abel también la trajo de los primogénitos de sus ovejas y de los sebos de ellas. Y Jehová miró a Abel y su ofrenda;
1 Samuel 15:22 - Biblia Version Moderna (1929) Y respondió Samuel: ¿Acaso tiene Jehová tanta complacencia en holocaustos y sacrificios, como en el obedecer la voz de Jehová? He aquí, el obedecer mejor es que sacrificios, y el escuchar que el sebo de los carneros. Περισσότερες εκδόσειςBiblia Reina Valera 1960 Y Samuel dijo: ¿Se complace Jehová tanto en los holocaustos y víctimas, como en que se obedezca a las palabras de Jehová? Ciertamente el obedecer es mejor que los sacrificios, y el prestar atención que la grosura de los carneros. Biblia Nueva Traducción Viviente Pero Samuel respondió: —¿Qué es lo que más le agrada al Señor: tus ofrendas quemadas y sacrificios, o que obedezcas a su voz? ¡Escucha! La obediencia es mejor que el sacrificio, y la sumisión es mejor que ofrecer la grasa de carneros. Biblia Católica (Latinoamericana) Samuel le contestó: '¿Piensas acaso que a Yavé le gustan más los holocaustos y los sacrificios que la obediencia a su palabra? La obediencia vale más que el sacrificio, y la fidelidad, más que la grasa de los carneros. La Biblia Textual 3a Edicion Y respondió Samuel: ¿Se complace YHVH en holocaustos y sacrificios, como en la obediencia a la voz de YHVH? He aquí, el obedecer es mejor que los sacrificios, y el prestar atención es mejor que la grosura de los carneros. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Pero Samuel replicó: '¿Acaso se complace Yahveh en los holocaustos y en los sacrificios tanto como en la obediencia a la voz de Yahveh? Mira: la obediencia es mejor que el sacrificio, y la docilidad mejor que el sebo de carneros. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y Samuel dijo: ¿Tiene Jehová tanto contentamiento con los holocaustos y sacrificios, como en obedecer a las palabras de Jehová? Ciertamente el obedecer es mejor que los sacrificios; y el prestar atención, que la grosura de los carneros. |
Y Abel también la trajo de los primogénitos de sus ovejas y de los sebos de ellas. Y Jehová miró a Abel y su ofrenda;
Ahora pues, si escuchareis atentamente mi voz y guardareis mi pacto, me seréis un tesoro especial, tomado de entre todos los pueblos; pues que mía es toda la tierra:
GUARDA tu pie cuando entres en la Casa de Dios, y acércate para escuchar su voluntad, más bien que para ofrecer el sacrificio de los insensatos, porque ellos no saben que hacen mal.
que ordené a vuestros padres, en el día que los saqué de la tierra de Egipto, del horno de hierro, diciendo: Obedeced mi voz, y haced los mandamientos míos, conforme a todo lo que os prescribo; así seréis mi pueblo, y yo seré vuestro Dios;
Porque protesté solemnemente a vuestros padres en el día que los hice subir de la tierra de Egipto, y hasta el día de hoy, madrugando y protestándoles, diciendo: ¡Escuchad mi voz!
Ahora pues enmendad vuestros caminos y vuestras obras, y escuchad la voz de Jehová vuestro Dios, para que se arrepienta Jehová del mal que ha pronunciado contra vosotros.
Porque quiero la misericordia y no el sacrificio, y el conocimiento de Dios más bien que los holocaustos.
En cuanto a los sacrificios que me presentan, es que ellos mismos degüellan carne y se la comen; porque Jehová no tiene complacencia en ellos; ahora pues él se acordará de su iniquidad y castigará su pecado: ¡se volverán a Egipto!
Mas si supieseis qué significa esto: Deseo la misericordia y no el sacrificio, no hubierais condenado a los inocentes.
¡Ay de vosotros, escribas y fariseos, hipócritas! porque diezmáis la hierbabuena, el eneldo y el comino, y habéis desatendido las cosas más importantes de la ley, a saber, la justicia, la misericordia y la fe. Estas cosas deberíais hacer, sin desatender aquéllas.
deja allí tu ofrenda delante del altar, y vé, reconcíliate primero con tu hermano, y entonces ven, y presenta tu ofrenda.
Id, pues, y aprended qué significa esto: Deseo la misericordia, y no el sacrificio; porque no vine a llamar justos, sino pecadores.
y amarle a él con todo el corazón, y con toda el alma, y con toda la inteligencia, y con todas las fuerzas, y el amar uno al prójimo como a sí mismo, más es que todos los holocaustos y los sacrificios.
dije: Ahora descenderán los Filisteos contra mí a Gilgal, y yo todavía no he suplicado el favor de Jehová; por tanto me hice fuerza, y ofrecí el holocausto.
Y Samuel respondió a Saúl: Te has portado neciamente; no has aguardado el mandamiento de Jehová tu Dios que él te impuso; pues que ahora Jehová hubiera establecido tu reino sobre Israel para siempre.