Quien halla mujer halla cosa buena, y alcanza favor por parte de Jehová.
1 Corintios 7:2 - Biblia Version Moderna (1929) mas á causa de la fornicación, tenga cada hombre su propia mujer, y cada mujer su propio marido. Περισσότερες εκδόσειςBiblia Reina Valera 1960 pero a causa de las fornicaciones, cada uno tenga su propia mujer, y cada una tenga su propio marido. Biblia Nueva Traducción Viviente Sin embargo, dado que hay tanta inmoralidad sexual, cada hombre debería tener su propia esposa, y cada mujer su propio marido. Biblia Católica (Latinoamericana) Pero no ignoren las exigencias del sexo; por eso, que cada hombre tenga su esposa y cada mujer su marido. La Biblia Textual 3a Edicion Pero por causa de las fornicaciones, cada uno tenga su propia mujer, y cada una su propio marido. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Pero, a causa del peligro de incontinencia, que cada uno tenga su mujer, y cada mujer tenga su propio marido. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Mas para evitar fornicaciones, cada varón tenga su propia esposa, y cada mujer tenga su propio marido. |
Quien halla mujer halla cosa buena, y alcanza favor por parte de Jehová.
Casa y riquezas se heredan de los padres; mas de Jehová viene la mujer prudente.
Y con todo vosotros decís: ¿Por qué? Porque Jehová es el testigo entre ti y la mujer de tu juventud, contra quien te has portado deslealmente, aunque ella sea tu compañera y la mujer de tu pacto.
Mas yo os digo, que todo aquel que repudia a su mujer, salvo por causa de fornicación, hace que ella cometa adulterio; y el que se casare con la repudiada, comete adulterio.
Huíd de la fornicación. Cualquier otro pecado que cometa el hombre, fuera del cuerpo es; mas el que comete fornicación, peca contra su mismo cuerpo.
EN cuanto a las cosas de que me escribisteis, bueno sería que el hombre no tocase mujer;
Pague el marido a su mujer el débito conyugal, y asimismo la mujer a su marido.
Mas si no pudieren contenerse, cásense: pues mejor es casarse que quemarse.
Así también deben los hombres amar a sus propias mujeres, como a sus mismos cuerpos: el que ama a su mujer, se ama a sí mismo.
Sin embargo, en cuanto a vosotros también, amad cada uno individualmente a su propia mujer como a sí mismo; y vea la mujer que reverencie a su marido.
que cada uno de vosotros sepa señorearse de su propio cuerpo, en santificación y honra,
vedando el casarse, y mandando abstenerse de viandas que creó Dios, para ser recibidas con acciones de gracias por los creyentes, y los que conocen la verdad.
Y será que cuando vinieren a nosotros los padres de ellas, o sus hermanos, para demandárnoslas en juicio, les diremos: Hacednos la merced de concederlas a nosotros; pues que no tomamos para cada cual su mujer en la guerra: pues no se las disteis vosotros, para que ahora tuvieseis pecado.