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1 Corintios 12:3 - Biblia Version Moderna (1929)

Por lo cual os hago saber que nadie, hablando por el Espíritu de Dios, dice: Jesús es anatema; y ninguno puede decir: Jesús es el Señor, sino por el Espíritu Santo.

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Biblia Reina Valera 1960

Por tanto, os hago saber que nadie que hable por el Espíritu de Dios llama anatema a Jesús; y nadie puede llamar a Jesús Señor, sino por el Espíritu Santo.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

Por lo tanto, quiero que sepan que nadie que habla por el Espíritu de Dios maldice a Jesús, y nadie puede decir que Jesús es el Señor excepto por el Espíritu Santo.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

Ahora les digo que ninguno puede gritar: '¡Maldito sea Jesús!' si el espíritu es de Dios; y nadie puede decir: '¡Jesús es el Señor!', sino con un espíritu santo.

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La Biblia Textual 3a Edicion

Por lo cual, os hago saber que nadie que hable por el Espíritu de Dios, llama a Jesús anatema, y nadie puede llamar a Jesús Señor, sino por el Espíritu Santo.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

Por eso os hago saber que nadie que habla en Espíritu de Dios, dice: '¡Maldito sea Jesús!'. Y nadie puede decir: 'Jesús es Señor', sino en el Espíritu Santo.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

Por tanto, os hago saber que nadie que hable por el Espíritu de Dios, llama anatema a Jesús; y nadie puede llamar a Jesús Señor, sino por el Espíritu Santo.

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Άλλες μεταφράσεις



1 Corintios 12:3
19 Σταυροειδείς Αναφορές  

¡Sea esta la recompensa de mis adversarios por parte de Jehová, y de aquellos que hablan mal contra mi alma!


Díceles él:  ¿Pues cómo, por el Espíritu, le llama David Señor, diciendo:


Mas Jesús dijo: No se lo vedéis; pues ninguno hay que haga milagro en mi nombre, que pueda fácilmente hablar mal de mí.


Vosotros me llamáis Maestro, y Señor; y decís bien; porque lo soy.


Pues si yo, que soy el Señor y el Maestro, os he lavado los pies, vosotros también debéis lavaros los pies los unos a los otros.


Mas cuando viniere el Consolador, a quien yo os enviaré desde el Padre, es a saber, el Espíritu de verdad, que procede del Padre, él testificará de mí:


[Y Felipe dijo: Si crees con todo tu corazón, bien puedes. Y él respondiendo, dijo: ¡Creo que Jesucristo es el Hijo de Dios!]


Que si confesares con tu boca al Señor Jesús, y creyeres en tu corazón que Dios le resucitó de entre los muertos, serás salvo:


Porque soy capaz de desear el ser yo mismo anatema de Cristo, a causa de mis hermanos, mis parientes según la carne:


Si alguno no ama al Señor Jesucristo, ¡sea anatema! ¡Maran-atha!


para nosotros empero hay un solo Dios, el Padre, procedente de quien son todas las cosas, y nosotros para él; y un solo Señor, Jesucristo, por medio de quien son todas las cosas, y nosotros por medio de él.


Porque si aquel que viene, predica otro Jesús, a quien nosotros no predicamos, o si recibís otro Espíritu, el cual no recibisteis, u otro evangelio, que no aceptasteis, bien le toleraríais al tal.


no que seamos de nosotros mismos suficientes para reputar cosa alguna como procedente de nosotros mismos; sino que nuestra suficiencia es de Dios:


Cristo empero nos redimió de la maldición de la ley, cuando fué hecho maldición por nosotros; (pues que está escrito: Maldito es todo aquel que es colgado en madero,)


su cadáver no pasará la noche en el madero; antes le enterrarás sin falta en ese mismo día: porque maldito de Dios es el colgado en un madero; y no has de contaminar la tierra que Jehová tu Dios te da en posesión.


Yo estaba en el Espíritu, un día del Señor, y oí detrás de mí una voz, como si fuese de trompeta,